Cuarenta y dos años y un mes después de la muerte de Pablo Neruda, Chile se acerca a la verdad judicial sobre el fallecimiento de su Nobel de Literatura, el 23 de septiembre de 1973. Aparentemente, el Programa de Derechos Humanos del Ministerio del Interior chileno, en un informe del sumario declarado secreto, apuntaba a un posible asesinato de Neruda. Ahora llama la atención de familiares, autoridades chilenas, expertos nerudianos y medios de comunicación de Europa y América. Los especialistas en la vida del poeta consultados coinciden en que la posibilidad de que Neruda (1904-1973) fuera asesinado es alta, tal y como dice el informe, pero invitan a la cautela, a la espera de todos los elementos de la investigación.
El documento oficial forma parte de la biografía que ha escrito el historiador alicantino Mario Amorós, titulada Neruda. El príncipe de los poetas (Ediciones B). De acuerdo al informe oficial, «al poeta se le inyectó un calmante, que le produjo el paro cardíaco que sería la causa de su muerte».
El documento agrega: «Lo que sí se sabe, es que el estado de salud de D. Pablo Neruda empeoró rápidamente desde esa inyección, y que su muerte se habría producido tan sólo 6 horas y 30 minutos después de la misma».
Hasta ahora, a falta de una verdad judicial, la historia indica que el poeta murió de un cáncer de próstata, 12 días después del golpe de Estado contra Salvador Allende, cuyos agentes habrían asesinado al escritor. Neruda tenía planeado viajar a México, donde alcanzaría eco internacional su condena del golpe e incluso podría liderar un gobierno chileno en el exilio.