Más allá de la polémica que ha levantado el proyecto de gratuidad del próximo año, va tomando forma a través del financiamiento que le otorgará la Ley de Presupuesto.
Desde el 2017 la gratuidad se diseñará como una ley de largo plazo que aún no se define, el próximo año se beneficiará al 50% más pobre del país, aproximadamente unas 200 mil personas.
Ahora, ¿cuáles deben ser las características de estas 200 mil personas beneficiadas?
Los estudiantes cuyo ingreso familiar per cápita no supere los $154 mil. Por ejemplo, una familia con cinco integrantes (como los Simpsons), que perciben en conjunto $770 mil, dos de sus hijos podrán estudiar gratis, pero sólo se podrán acoger si entran a una institución del Consejo de Rectores (CRUCh) o bien, si acceden a una universidad privada con al menos 4 años de acreditación (que no esté relacionada con una sociedad comercial). Se incluye a quienes se inscriban en CFT o IP que estén acreditados por 4 años y que no tengan fines de lucro.
¿Dónde está el problema?
La problemática es que la gratuidad estaba dejando fuera a miles de jóvenes de escasos recursos que estudian en otras instituciones (con fines de lucro). El gobierno trató de acomodar los presupuestos para que esos alumnos pudieran acceder y dentro de esas modificaciones está la baja del Aporte Fiscal Indirecto en un 50% y el traspaso de parte de esos recursos a las Becas Milenio, que subieron de $600 mil a $700 mil, becas que son para el 50% de los estudiantes que tienen menores ingresos y que estudian en los CFTs e Institutos profesionales con fines de lucro.
De los más de los más de 500 mil jóvenes que estudian bajo esas condiciones, 130 mil recibirán $100 mil más.Siempre y cuando los Centros de Formación Técnica o Institutos Profesionales a los que asistan estén acreditados por cuatro años y que firmen un acuerdo para dejar de tener fines de lucro en el plazo de un año.
De esta forma el gobierno obtuvo la aprobación para iniciar el correcto desarrollo de la gratuidad el próximo año.