En el cruce conocido como «Las cinco esquinas», en pleno corazón del barrio porteño de La Boca, vecinos, familiares y organizaciones sociales se reunieron ayer para reclamar justicia por Lucas Cabello, el joven víctima de gatillo fácil que hace una semana atrás fue baleado por el agente Ricardo Ayala de la Policía Metropolitana.
Los manifestantes exigieron que la vice jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires María Eugenia Vidal se retracte por aducir el origen de la balacera a un conflicto de violencia de género ya desmentido, y a Guillermo Montenegro, ministro de Seguridad y Justicia de la CABA, por afirmar que Lucas estaba armado.
“Está totalmente probado que Lucas no tenía ningún arma como insiste en decir Montenegro, y el mismo agente de la Metropolitana admitió que fue él quien apretó el botón antipánico después de haber disparado tres veces contra Lucas”, le dijo al diario Página/12 Gabriela Carpinetti, abogada de la familia Cabello, haciendo alusión a la versión policial rectificada por el gobierno porteño que confería los tres balazos a una reacción policial ante un hecho de violencia de género donde Lucas era el victimario. «Ya está descartado el supuesto hecho de violencia de género que habría motivado la intervención del agente y lo que exigimos es que sea dado de baja de la fuerza en forma inmediata”, agregó.
Carpinetti señaló que ya pidieron una audiencia con la vicejefa de gobierno porteño y con el ministro de Seguridad y Justicia para «exigirles que se retracten de sus dichos según los cuales el policía metropolitano intervino para ponerle fin a un hecho de supuesta violencia de género atribuido a Lucas, hecho que nunca ocurrió, como tampoco ocurrió la supuesta agresión de Lucas, con un arma que no existió, al agente Ayala”.
El policía Ramón Ayala declaró ante el juez de la causa Osvaldo Rappa que Lucas estaba armado. Sin embargo, tanto las investigaciones de la Policía Federal como la declaración de testigos presenciales indican que Lucas se encontraba indefenso.
Carpinetti y el también abogado defensor Nahuel Berguer quieren que se cambie la carátula de «tentavia de homicidio» por «tentativa de homicidio agravado por el estado de indefensión de la víctima y por haber sido cometido por un agente de una fuerza de seguridad”.
Rubén Cabello, padre de Lucas, le comentó a Infojus Noticias :»Lucas quiere vivir, la está peleando por su hija y su familia. Él cuidaba a los vecinos y lo querían mucho. La realidad es que hoy le tiene mucho miedo a la policía”.
Lucas continúa internado en terapia intensiva en el Sanatorio Los Arcos y, si bien tuvo una leve mejoría, su estado sigue siendo delicado.