Podrán ser criaturas de la noche sedientas de sangre, pero los vampiros también son sorprendentemente altruistas y sociables. Así lo sugiere una nueva investigación que indaga en sus hábitos y la forma en que comparten su comida. El estudio, que se publicó hoy en Proceedings of the Royal Society B, arroja nuevas luces sobre la generosidad de estos mamíferos voladores, indicando cómo la repartición de su rojo sustento les ayuda a fomentar relaciones sociales claves.
No es nuevo que los murciélagos vampiro (Desmodontinae) regurgitan la sangre para alimentar a los que han fracasado en su caza nocturna. Sin embargo, hasta ahora, los investigadores habían luchado por entender porqué algunas hembras comparten su comida con murciélagos que no son parte de su propio clan.
Con el fin de resolver esta cuestión, un grupo de biólogos del Instituto Smithsoniano de Investigación Tropical de Panamá, condujo una serie de experimentos que les permitieron observar con mayor cercanía los patrones de reparto de comida de los vampiros. Esto requirió de hacer que ciertos murciélagos pasaran hambre por períodos de 24 horas, para luego re introducirlos a su comunidad y notar cuáles eran los miembros del grupo que les ofrecían o no les ofrecían comida.
Resulta que los vampiros tienden a compartir con los que ya han hecho los mismo con ellos en momentos de necesidad, y con frecuencia negarán su alimento a los que les han mostrado ser tacaños -independiente de que éstos pertenezcan a su mismo clan o sean ajenos a él. Impresionante, ¿no? La interpretación de estas observaciones, lleva a los autores del estudio a concluir que esta práctica juega un rol vital en la creación de redes sociales, las que finalmente benefician tanto a los individuos como al grupo.
«El reparto [de sangre] con miembros de otros clanes amplía la red social, no sólo haciendo crecer la supervivencia del grupo, sino también creando o fortaleciendo los lazos sociales que producen reciprocidad«, sostiene el estudio. «Como consecuencia, los individuos que alimentan a más ‘desconocidos’, tienen más donantes cuando lo necesitan».
La dinámica social de reparto de alimento entre vampiros es vital para mantenerse, puesto que la vida de muchos puede estar en riesgo si no comen por más de dos días. Y mientras más necesidad hay, más se fortalecen las relaciones alimentarias solidarias.
Ahora cabe preguntarnos si seguiremos viendo a los vampiros de la misma forma que antes.
Traducción: Sofía Olea
Fuente: IFLScience