Pareciera que la variedad de nombres del título da para varios artículos, sin embargo ustedes podrán comprobar que están intimamente ligados, ya que apuntan a un mismo objetivo y que deben corregirse para evitar el derrumbe de nuestra civilización. El gran Nicanor Parra, me dijo: “Vamos de la Farándula al Basurarte y a la Pornocultura”. Premonitorio visionario.
La FARÁNDULA, que idiotiza diariamente a la mayoría de la población, principalmente mediante programas televisivos, la aleja del estudio, la lectura y la cultura, disfraza los valores que permiten la evolución de la especie y prostituye a la juventud. Esto último porque se paga la exhibición del físico y todos sabemos, que esta juventud manipulada arteramente por hábiles conductores, se vende por un efímero éxito que alcanzan muy pocos/as. Además convierte en “dioses” a sus cultores, valorando desmedidamente a personajes de dudosos méritos, distorsionando valores y premiando actividades coyunturales que en nada aportan a la construcción de una sociedad más justa y mejor. Todo lo contrario, desnaturalizan, corrompen y degradan al ser humano, cuya misión es perfeccionarse y ascender en la escala de la evolución. Entropía pura.
Para qué hablar de los noticieros, que llenan sus espacios con entrevistas que alargan innecesariamente, que repiten las mismas cosas, tarde, mañana y noche y que dejan ignorante a la población de la realidad mundial y de sucesos trascendentes, empapándola en detalles farandulescos y de crónica roja, rebosantes de morbo.
Pero detrás de la farándula están los NEGOCIOS. Hábiles empresarios logran exitosas ventas financiando los noticieros y otros programas, de manera de resaltar sus productos, servicios y otros, en una manipulación desvergonzada y artera, con grave perjuicio para las PYMES que compiten en total desventaja. A esto se suma que la falta de medios de información ajenos a su financiamiento es mínima, por lo que la población sigue como borregos hambrientos la zanahoria que le presentan los encargados de programas, que al fin y al cabo, ganan muchos millones mensuales gracias a estos “mecenas”.
También se educa a los nuevos profesionales en el sofisma de que el éxito monetario es el objetivo lógico y único de cualquier actividad humana. Por lo tanto se les enseña a actuar de la siguiente manera: “Sólo interesa ganar dinero; caiga quien caiga; use a quien use; pase lo que pase; mientras estés dentro de la “Ley””.
Entonces llegamos a la MORAL, que es mucho más que las reglas dadas por la civilización, según cada cultura, en relación al sexo (Cuidado con los castos ladrones, son los más peligrosos, porque creen que todo les está permitido).
La moral es fijada en cada pueblo por las costumbres ancestrales que les permiten a sus miembros actuar equilibradamente en la sociedad a que pertenecen, de manera de evitar el derrumbamiento del orden social y la sociedad toda. O sea, la moral es saber lo que está bien y lo que está mal y actuar en consecuencia.
Cuando una persona actúa a sabiendas que está perjudicando a otro, o a otros, o a la sociedad toda en la que vive y que le da los medios de subsistencia, seguridad y bienestar, es Inmoral. Poco importa que vaya a la Iglesia, Templo, Sinagoga o Mesquita, si es creyente; o que se refugie en el lugar que encuentre más propicio si no lo es. Porque aquel que actúa en su propio beneficio, despreciando el bien común, está usufructuando de un grupo humano que le permite lograr sus metas, abusando y no entregando, a su vez en una justa simbiosis, el natural beneficio que merecen los que le ayudan a ser lo que es.
Pasamos a la ÉTICA, que se confunde en muchos aspectos con la Moral, porque se complementan. Es la Moral reglamentada, de manera de que cada miembro de la sociedad sepa claramente el límite entre lo correcto y lo incorrecto. Para esto se crearon organismos como los Colegios Médicos, de Abogados, de Periodistas y tantos otros según profesiones u oficios los requirieran y que castigan a sus miembros que falten a ella.
Pero cuando todo se relativiza y los Colegios Profesionales no existen y los resquicios legales, financieros y sociales dominan y campean por sus fueros como señores absolutos y disolutos, viene la decadencia en que estamos sumidos hoy día.
La POLITICA, que es el Arte de Gobernar, como toda actividad humana de importancia capital en la vida de una Nación, debiera estar regida por las más estrictas reglas de la Moral y la Ética.
Pero, es público y notorio, que su desprestigio actual es causa del aprovechamiento en su beneficio del poder de los que llegan a cargos de elección popular y también de los funcionarios designados por los mismos. La larga cadena de sucesos relacionados al nepotismo, falta de ética y ansias de poder manifiesto, han llevado a la población a una sensación de indefección, abandono y malestar, como pocas veces ha existido en la historia de Chile.
Sobre los casos que suceden a diario, los lectores pueden informarse en la prensa o en sus lugares de trabajo, por lo que les ahorraré su descripción en este artículo.
Ahora que el Becerro de Oro que gobierna al Mundo, sostenido por patas de barro, está a punto de caer; el desorden que provocará el fragor de su derrumbe llevará a los pueblos a la INSURRECCIÓN, producto de una Anarquía generalizada que se vislumbra en el horizonte. El ciclo platónico está por cumplirse.
Sin embargo la ceguera e ignorancia de los tecnócratas y sus amos coyunturales, inmunes a la realidad, encerrados en sus cúpulas de oro y cristal y gozando de beneficios sin cuento, están precipitando los acontecimientos.
Hoy están reunidos en España los integrantes del Grupo Bildelberg, fundado el año 1954, decidiendo una vez más el futuro de un mundo que ya no manejan, porque los acontecimientos los han sobrepasado, pero al cual siguen haciéndole daño, igual que el monstruo que al morir, destruye en sus últimas contorsiones todo lo que alcanza su poderosa cola.
Termino diciéndoles que espero que la razón y el equilibrio triunfen sobre la ambición desmedida y la codicia, ya que es la única manera de sobrevivir en un mundo cada vez más al borde del colapso, para lo cual es imprescindible la vuelta de la moral y de la ética.
Que la Estrella de Chile nos proteja.
Por Juan Carlos Edwards Vergara
San José de Maipo, 10 de Junio de 2010.
Texto subido a esta web por (no es el autor):