Las palomas han perdido mucho de su popularidad desde que su función de mensajeras decayó -hasta casi desaparecer- y debido a que las plagas que habitan en las ciudades pueden representar un peligro para la salud. Ya casi nadie las quiere.
Casi nadie, porque un equipo de investigadores de la salud demostró que las palomas son capaces de distinguir entre tumores mamarios malignos y benignos. La fama de las palomas podría dar un giro.
La investigación fue liderada por Richard Levenson, profesor de investigación de patología de la Universidad de California y Edward Wasserman, que dirige el Comparative Cognition Laboratory, dedicado al estudio de procesos cognitivos en el comportamiento animal, en la Universidad de Iowa. Su resultado fue publicado en la revista PLoS ONE.
Según explica el profesor Levenson, “las palomas probaron ser sorprendentemente aptas para aprender la diferencia entre las imágenes de tumores de mama benignos y malignos, tanto en patología como en radiología y, lo más importante, fueron capaces de utilizar el entrenamiento para clasificar imágenes que nunca habían visto antes con precisión”, afirma.
En los experimentos, entrenaron a las palomas con refuerzo alimenticio y las sometieron a ensayos con diversos parámetros de control, incluyendo la ampliación de la imagen, la compresión, el color y el brillo. Según el autor, las aves aprendieron rápidamente a distinguir imágenes biomédicas de tumores malignos y benignos.
También fueron capaces de generalizar lo que habían aprendido en las imágenes nuevas. En las imágenes histológicas, su capacidad se vio afectada en cierto nivel, por la presencia o la ausencia de color y por los grados de compresión de imagen.
En las imágenes radiológicas, las aves lograron detectar microcalcificaciones de cáncer relevantes en imágenes de mamografías. Sin embargo, cuando se les dio una tarea diferente –como la clasificación de las densidades mamográficas sospechosas– las palomas sólo pudieron memorizar las imágenes, pero no generalizar en otras nuevas. Los especialistas señalan que esto se puede mejorar con entrenamientos complementarios.
Levenson explica a SINC que no cree que las palomas acaben siendo usadas en hospitales para interpretar imágenes biomédicas en patología y radiología. “No importa lo buenas que lleguen a ser”, bromea, debido a que “hay demasiadas validaciones, certificaciones y barreras legales, al menos en occidente”.
El científico sí cree que la habilidad de las palomas podría dar pautas para una mejor estructuración de los recursos de entrenamiento para especialistas.
Fuente: BioBio