¿Quién es esta criatura?

“El Diario del Che Gay en Chile”, el libro de mi loka amiga, contiene un relato curioso, desde mi perspectiva, un documento peligroso y problemático, un registro del que la derecha, la iglesia, la gran mayoría, la histérica Concertación y toda la izquierda nunca considerarían como un buen currículum o un currículum decente, porque hasta […]

¿Quién es esta criatura?

Autor: Mauricio Becerra

chegay“El Diario del Che Gay en Chile”, el libro de mi loka amiga, contiene un relato curioso, desde mi perspectiva, un documento peligroso y problemático, un registro del que la derecha, la iglesia, la gran mayoría, la histérica Concertación y toda la izquierda nunca considerarían como un buen currículum o un currículum decente, porque hasta hoy ellos se atribuyen ser próceres de la decencia. Es horroroso, pero así de hediondo es nuestro país, desde sus cimientos. Y además, en estos tiempos, es tan necesario tener siempre un buen currículum. Una siempre tiene que pensar en el futuro. A mí me interesa esta idea del currículum por eso de que sugiere un acceso a la vida real.

Pero, El Che de los Gays, en cada una de las páginas de su libro, asume que proviene de una población cualquiera, que es pobre, pero que ha viajado, que casi se convierte en cubana, pero vuelve. Es alguien que va y viene. Como un gorrión. En Cuba se hace “amigui” íntima de Mariela, la hija de unos de los Castro, pero aquí en Chile es admiradora de “La Tacones Lejanos”, “La Doctora” e “Hija de Perra”. Mi amiga, la Viki, tiene un poto que todo Chile tuvo el honor de conocer en los noticieros, tiempo después de ese poto, supimos a través de los mismos medios de comunicación, que fue arteramente apuñalado por un vendedor de papas.

Díganme ustedes: ¿Quién tiene ese currículum? El libro da para fijarse en eso de la trayectoria, en lo de cómo un personaje avanza, florea y fracasa. Miren ustedes. Fue amiga de la Gladys Marín y anda mostrando el poto en la Alameda como si su poto fuera eso mismo de las delicias. Acarrea el bidón lleno de agua que dice AZT y se lo tira a las más famosas de las actrices de la tele, en pleno escenario cuico… A ella no le importa na, La Viki entra y sale de las historias, va y viene de los escenarios, sola o acompaña con la policía. La Viki no cuenta la misma historia con las mismas imágenes, ella se saca fotos distintas todos los días. No le importa na. Baila cueca, barre de noche, se viste de plumas y se pelea con la iglesia: “APOSTASÍA, Dios mío… APOSTASÍA”.

Se viste de Jesús y amanece de Che Guevara para mariconear por todas partes. Lo mariconea todo. Se mete, sin permiso, se la llevan detenía, la investigan y la ningunean, pero la loca es dura, se encaja, se embute en las luchas sociales, por todas las razones imaginables, por el sentido de la existencia humana, por lo del hambre, por el comunismo, por la sed, por el derecho a la educación, por derecho al placer, por las universidades y sus trabajadores, por la amistad, por la historia, por los desaparecidos y por el tirano, por la subordinación de las mujeres, por la explotación del pueblo latinoamericano, por el pueblo mapuche, por el agua y sus tierras y por las pobres lokas que no sabemos ni leer, ni escribir. Se palabrea con un cantante español y le muestra en plena calle su cuerpo desnudo a los pacos como si les estuviera preguntando: ¿Les molesta mi amor? Todos los días se saca fotos con gente importante y con las travestis, con las vivas y las finaítas.

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La Viki, sin ninguna autorización, se disfraza para torear la realidad, avergüenza, salpica, reprende, deshonra los relatos, altera, agravia, desgasta el qué dirán, exhibe, percude, mancilla, disimula, enchufa, embarra, crispa, contagia, ultraja, encubre, deslustra, carcome, vela, indigna, acopla, excita, inflama, desfigura, turba, desmenuza, modifica, fermenta, sujeta, altera, entrega pero socava, contamina, incrusta, taladra, emponzoña, injerta para apretar, propaga, encuadra, envenena, chanta, implanta, enferma, trueca para dejar atornillado el mensaje; entierra, corrompe y fija, infecta, pervierte, envicia y hace supurar, corroe, pudre, ensucia y baipasea.

La gente se puede empezar a preguntar: ¿Quién esta criatura? ¿Será el surgimiento de una nueva fuerza laboral esperada con los brazos abiertos por la histórica izquierda? ¿Será una nueva especie de trabajador? ¿Será una cepa ciborg de todas las luchas sociales que viene a defendernos?

El Tomas Moulian dice que es un Che desvalido o sea cagón, no tiene carabina y representa a un Che de la derrota. O sea que no es ningún héroe porque se ve patético, porque es patético tener tantas esperanzas en la revolución y que no exista ninguna posibilidad. Pasan los años y seguimos en las mismas. Que mi amiga es un gesto, como una mueca. Si poh, La Viki la caga cuando habla del Sida, no hay nada peor que poner en un currículum, la palabra Sida. Lo que quiero decir es que leyendo el libro, si una se pone en ese lugar, un libro como este, no le serviría como currículum a nadie decente. ¿A quién le podría servir hablar de tanta necesidad? ¿De tanta intimidad? ¿De tanto desazón y fracaso? Cuando todo el mundo anda en otra, buscando éxito y figuración sin merito ninguno.

“El Diario el Che Gay en Chile” es una mala recomendación para una persona que quiera ser un buen trabajador, un buen obrero, para alguien que quiera ser considerado e incluido en los interiores de la lucha de clase, en la lucha obrera, o estudiantil universitaria, sobre todo cuando habla de Sida. Niña, en cualquier escenario ser seropositivas nos juega en contra, siempre nos caga. En un currículum no hay que poner la dirección verdadera si no se vive en Providencia. En un currículum no podí decir que tení amigas travesti que se han muerto de Sida. En un currículum no podí andar diciendo que vai y vení y que te cagai en la Iglesia. ¿A quién le va a servir un currículum así?

Si poh Viki, estamos atrasadas en las luchas, las maricas, las tortilleras y las travestis, tenemos millones de luchas por empezar, porque son muchas las historias, porque son muchos los personajes, son muchas las protagonistas, han sido tantas las muertas y son tantas las vivas que no quieren saber de esas muertas, que no quieren saber de historia, que creen que la historia comienza ahora, con ellas. Son tan pocas las viejas que quedan y son tantas las niñas nuevas que no quieren saber que van a ser mapuches, morenitas, sin herencias, huachitas, chancletitas, pobres, sin nadie que las defienda.

Si fuera por mi Viki, porque soy tu amiga, te lo digo, por tu trayectoria y porque una nunca sabe, yo por tu bien te digo que a este libro le borraría el Víctor Hugo Robles y le pondría un seudónimo, algo como Cecilia Argandoña, pa que podai pasar piola y encontrar trabajo en una universidad estatal, donde está lleno de colas que nunca se han ido presas, de colas que nunca les han ganado a nadie. ¡Tení que pensar en el futuro poh niña! Aunque el mundo no cambie Viki, somos nosotras las que tenemos que hacernos las lindas, seguir y volver a empezar todo de nuevo.

Claudia Rodríguez
Activista y poeta travesti

* Texto leído en la Feria Internacional del Libro de Santiago, Centro Cultural Estación Mapocho, Santiago de Chile, 4 de octubre de 2015.

FOTO: Johnny Aguirre. Marcha de la Diversidad Sexual. Santiago de Chile, septiembre 2004.


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