Imagina caminar por la costa del maravilloso Mar Adriático al tiempo que escuchas una cautivante melodía proviniente de una estructura de más de 230 pies de largo. Se trata de un órgano de piedra diseñado por un arquitecto croata, el que además funciona como escalera para los transeúntes.
Tallados al interior de los peldaños se encuentran estrechos canales que conectan los 35 tubos del órgano. Cada uno de ellos está afinado según distintos acordes, de manera que al entrar las olas éstas empujan aire a través de las tuberías hacia agujeros similares a pequeños silbatos que se encuentran en la superficie. De esta manera se producen tonadas aleatorias, las que cambian según el ritmo y potencia de la entrada de las olas en ese momento exacto.
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Zadar es una ciudad de más de 3 mil años de antigüedad y a través del tiempo ha sufrido diversas catástrofes. Sin duda, la más destructiva sería la Segunda Guerra Mundial, que dejaría la ciudad completamente devastada. Por esta razón, el premiado arquitecto Nikola Bašić se propuso devolverle la alegría a la costa. Fue entonces que diseñó esta increíble estructura.
Vía Upworthy
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