Por estos días, uno de los principales atractivos del fútbol chileno lo encarna Deportes Temuco, equipo que pelea por ascender con promedio de ocho mil personas por partido, más que muchos que juegan en primera división.
El éxito deportivo y económico se debe a la gestión del dueño del club, el ex goleador de La Roja, Marcelo Salas, quien como profesional fue capaz de alcanzar un desarrollo en los derechos laborales de los futbolistas y hoy, desde la vereda dirigencial apunta un modelo que muchos quieren imitar.
Y ante la crisis de la ANFP tras la abrupta y polémica salida de Sergio Jadue, el «Matador» asoma como una de las principales cartas para asumir el mando en Quilín, compitiendo con Jorge Lafrentz de Santiago Wanderers y Anibal Mosa de Colo Colo.
Salas tiene el apoyo de la mayoría de los clubes de Primera B y su principal aliado sería Universidad de Chile, quien además convoca a varios otros votantes de la primera división. Más allá de su trayectoria intachable, la principal razón para postular a Salas es su cercanía con Jorge Sampaoli, lo que garantiza que el técnico continúe el proceso al mando de La Roja al tener garantías suficientes con el ex goleador de la U como «jefe directo».
Salas -quien en principio no estaba disponible para asumir el cargo- habló la semana pasada sobre la crisis de la ANFP, asegurando al diario La Tercera que «existe un gran problema en la ANFP y el fútbol. Lo principal es ordenar y limpiar. Debe renunciar el directorio, la gente a cargo de las gerencias. O están enredados o no hicieron la pega en fiscalización y administración».
Y respecto a su posibilidad de tomar el control del fútbol chileno expresó que «lo primero es limpiar. Hay personas que queremos mejorar. La posición fue manifestada al directorio y presidentes, que esto se tiene que limpiar… No estoy pensando eso (ser candidato), ni personal ni apoyar a alguien. La gente se tiene que ir, no hizo bien trabajo, debe haber un cambio total, se tiene que refrescar el tema».
Por ahora, es el nombre que genera más consenso.