De alimentos e indigestiones tras el 21 de Mayo

¿Sabes realmente qué contienen los alimentos que a diario te llevas a la boca?  ¿Sabes si el agua de tu ciudad contiene flúor y en qué niveles?  ¿Sabes que por tu boca entra gran parte de tus enfermedades? Lo que sí está claro es que hay grupos de interés que prefieren que no lo sepas, […]

De alimentos e indigestiones tras el 21 de Mayo

Autor: Wari

¿Sabes realmente qué contienen los alimentos que a diario te llevas a la boca?  ¿Sabes si el agua de tu ciudad contiene flúor y en qué niveles?  ¿Sabes que por tu boca entra gran parte de tus enfermedades?

Lo que sí está claro es que hay grupos de interés que prefieren que no lo sepas, como también existen aquellos que defendiendo los derechos del ciudadano reducido a consumidor, velan porque se etiqueten correctamente los productos que se nos ofrecen, al menos un alivio… ¿lees detalladamente las etiquetas?

Separado el hombre de la tierra, de la producción de nuestros alimentos de consumo diario en forma directa, pasamos a las manos de quienes tomaron propiedad de ella; luego, la elaboración más acabada a industrias y la problemática de producir más al menor costo posible, traería consecuencias para la salud humana, que aún somos parte de estudio científico.

En esta edición de El Ciudadano (N°81) te entregamos información al respecto y, junto a ello, otras diversas, todas noticias que importan, aquellas que con mucho esfuerzo desde esta edición en adelante llevaremos de manera quincenal  a tus manos.

Aprovechamos de invitar a quien le cuesta encontrar nuestra edición en quioscos a suscribirse, acción con la que de paso estará posibilitando que este medio se desarrolle y continúe aportando a romper el cerco informativo interpuesto por los medios masivos,  pues con orgullo creemos que varios de los reportajes realizados por nuestro equipo, con las desventajas financieras que han sido siempre una constante en nuestro quehacer periodístico e investigativo,  pueden dar pie para que aquellos medios que tienen más recursos puedan ampliar lo reporteado, pero como siempre, invisibilizarnos es la estrategia permanente.

En este contexto un llamado telefónico que nos hiciera el hombre ancla del noticiero de TVN, Amaro Gómez Pablo quien, destacando la seriedad con que desarrollamos el tema de la fluoración del agua potable, nos solicitó información al respecto para pautear el tema en el noticiero central de 24 horas, solicitud a la que accedimos gustosos enviándole ejemplares de aquella edición así como links al artículo con los contactos a las fuentes consultadas. No obstante, al pasar los días y constatar que no aparecía el tema en dicho noticiero, nos contactamos con el rostro, quien reconoció que el editor de 24 horas consideró que el tema estaba resuelto y no era relevante, aún cuando se comprobaba que investigadores de la Universidad de Concepción lograron, luego de probar con sus investigaciones, que el flúor efectivamente era dañino y no contribuía en nada a la población, consiguiendo se retirara la fluoración del agua potable de dicha ciudad.

No obstante lo anterior, no podemos dejar de abordar lo que bautizamos como “El populismo transmitido en cadena nacional” , nos referimos al discurso presidencial del pasado 21 de mayo de 2010.

De corbata roja y sobre un Ford Galaxy descapotable se le vio a Sebastián Piñera rumbo a su primera “Cuenta Pública”. Acompañado del ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, llegó al Congreso Nacional, donde a pesar de la inasistencia de los ex presidentes Bachelet, Lagos y Aylwin, no se escatimaron palabras de elogios para los mandatarios que administraron y profundizaron tan bien el modelo económico heredado de la dictadura militar e implementado por los Chicago Boys.

Si bien en el espacio televisado en cadena nacional se debía dar cuenta del estado administrativo y político del país de acuerdo a lo establecido en la Constitución de la República (cantidad de dinero en arcas fiscales, reservas, deudas, etc.), en este caso el discurso se centró en promesas en torno a 7 ejes: delincuencia, crecimiento económico, empleo, salud, educación, superación de la pobreza y más democracia.

La crítica que ya se deja ver de una parte del ala (malherida) concertacionista, versa con que es imposible llevar a cabo todo lo ofrecido con un presupuesto nacional cuyo porcentaje destinado al gasto social ha sido recortado en regiones tras el terremoto.

Peor aún, muchos de sus anuncios van más allá de los 4 años de gobierno que le corresponden, con lo que se saca pesos de encima, pues habló de resultados a obtener en 10 años más, especulando como ya es costumbre.

Una hora y cuarenta y nueve minutos duró la puesta en escena del magnate presidente, quien con un discurso de corte populista en extremo, intentó dejar conforme a una nación donde el descontento social crece día a día, a pesar de que éste no se haya demostrado a la fecha con todas sus fuerzas en las calles.

Sus equipos visten de chaquetas rojas, prefiere él también el mismo tono de corbata para un acto tan importante como es la cuenta pública y junto a ello,  lanza frases durante su exordio que se prestan para el análisis, como el decir “Estamos regidos por la soberanía del pueblo y un Estado de derecho”. Cuando la ilegítima Constitución que nos rige entrega soberanía al concepto de Nación, y siendo el pueblo, consultado por una encuesta de Naciones Unidas (PNUD 2003), declaró en apenas un 7,3%  que estaba de acuerdo con este modelo económico y financiero, y que era el único posible.

Más del 90% de los encuestados en total declaró que era un sistema que favorecía a unos pocos y perjudicaba a los demás, y que debía modificarse. Es el mentado capitalismo neoliberal de mercado desregulado.

Definitivamente en estos tiempos no estamos regidos por la soberanía del pueblo, menos por un Estado de derecho,  siendo que decisiones soberanas de los pueblos de Chile y sus territorios, que en muchas latitudes se oponen al desarrollo de proyectos extractivos de materias primas y destructores del medioambiente, no son respetadas.

Y es que un presidente de Chile no puede andar hablando para engatusar, este debe cumplir su palabra empeñada y si habla por tanto de “patriotismo y lealtad”, de que la soberanía reside en el pueblo, pues debiese brindar las garantías mínimas necesarias que hagan que la voluntad popular sea quien haga carne su séptimo eje, la profundización de la democracia.

Mientras tanto, seguiremos viendo recortados los presupuestos de los pueblos con la excusa de la reconstrucción; Piñera ratifica que la suma asciende a 30 mil millones de dólares y todos debemos pagar por ella, mientras las empresas mineras privadas se embolsan, de acuerdo al estudio del economista Manuel Riesco, 20 mil millones de dólares en los últimos años, pagando al Estado, cuando no eluden con resquicios tributarios, menos impuestos de lo que paga usted o nosotros al comprar cualquier producto, y mucho menos de lo que paga al cotizar su salario, si tiene la suerte de contar con uno.

El Ciudadano


Reels

Ver Más »
Busca en El Ciudadano