La impactante realidad de las mujeres plato: dolor y tradición en África

Un continente tan grande como África cuenta entre su geografía con un sinfín de tribus que lejos de adaptarse a los tiempos modernos continúan perpetuando viejos ritos y creencias

La impactante realidad de las mujeres plato: dolor y tradición en África

Autor: Andrea Peña

Un continente tan grande como África cuenta entre su geografía con un sinfín de tribus que lejos de adaptarse a los tiempos modernos continúan perpetuando viejos ritos y creencias.

Un mundo tan fascinante como perturbador entre cuyas costumbres sobresale la existencia de las mujeres plato, la mejor muestra de tradición y mutilación en África.

Bellas monstruosidades

En el Valle del Río Omo, al suroeste de Etiopía, la tribu mursi se compone de 9 mil miembros que desde el principio de los tiempos llevan consolidando diversas (y temerosas) tradiciones. Descendientes de diversos miembros de la Antigua Sudán, curtidos por un idioma proveniente del desierto y semidesnudos durante gran parte del tiempo, los muris, como cabía esperar, son lo suficiente machistas como para delimitar la toma de decisiones a un consejo de hombres que determina las celebraciones, normas… y el valor de cada integrante según su estilismo.

Este último ejemplo engloba la existencia de las mujeres plato, féminas a las que desde los 13 años se les arranca entre 2 y 4 dientes inferiores para insertarles un platillo hecho de arcilla entre ambos labios, quedando desprendido el inferior en algunas ocasiones.

Según los colores o diámetro del plato, el cual puede aumentar progresivamente de 4 hasta incluso 20 centímetros, la mujer simboliza sus propias aspiraciones o su valor social y económico de cara a contraer matrimonio con un pretendiente que aportará más vacas a la familia de la novia en función de la belleza o calibre expresado mediante tal mutilación.

Más atrocidades

Como complemento, antes del matrimonio a las mujeres se les extirpa el clítoris, ya que el placer es un gozo negado en una tribu para la que es más importante el simple hecho de procrear.

Los platillos, llamados dhebinya por la tribu mursi y la minoritaria suri, suelen lucirse durante importantes eventos, reservando para el resto de días una apariencia en la que las bocas dejan colgando el labio inferior, como si de una goma de carne se tratara. Al mismo tiempo, el platillo labial se complementa con aros de un diámetro similar en las orejas, a modo de exageradas dilataciones.

Un concepto de belleza atípico que no entra en los cánones del resto del mundo.

Las mujeres plato de la tribu africana mursi lucen estos discos de arcilla entre los labios como la mejor marca social de cara a ser entregada a un hombre que pagará la dote apropiada. Tradiciones de un continente africano en el que los estrictos códigos familiares empujan a los miembros de diferentes etnias a ejecutar tradiciones que en Occidente serían impensables.

 

 

Fuente: IM


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