En razón de lo expresado por el Diputado de la UDI, Carlos Vilches, el Movimiento Pro Defensa de las Costas de Atacama y la Comunidad Agrícola Totoral, informa lo siguiente:
Lamentamos profundamente, que el Sr. Vilches, se encuentre promocionando el uso de carbón para la generación de energía, si bien la electricidad provee muchos beneficios para la salud en todo el mundo y es un importante factor de contribución para el desarrollo económico, un mejor estándar de vida y una mayor expectativa de vida el hecho de quemar carbón para generar electricidad daña la salud humana y agrava muchos de los principales problemas de salud pública a los que se enfrenta el mundo industrializado.
Se asocian efectos perjudiciales para la salud a cada aspecto del ciclo de vida del carbón, incluyendo la extracción, transporte, preparación en la central eléctrica, combustión y desecho de residuos de post combustión. Además la descarga de dióxido de carbono en la atmósfera, asociada a la quema de carbón es uno de los principales contribuyentes al calentamiento global y sus efectos adversos sobre la salud.
Según el informe los contaminantes producidos por la combustión del carbón actúan sobre el sistema respiratorio causando una variedad de efectos adversos sobre la salud. Los contaminantes del aire – entre ellos el óxido nitroso (NO2) y partículas muy pequeñas conocidas como PM2.5 – afectan el desarrollo pulmonar en forma adversa, reduciendo el volumen respiratorio forzado en los niños.
Por otra parte queremos informarle al Sr. Vilches que existe un informe de Médicos para la Responsabilidad Social en el cual dice, que además de los sistemas respiratorios y cardiovasculares, el sistema nervioso también es un blanco para los efectos sobre la salud de la contaminación por carbón. Los mismos mecanismos que se cree intervienen en el efecto que tienen los agentes contaminantes del aire sobre las arterias coronarias, también se aplican a las arterias que irrigan el cerebro.
Estos incluyen la estimulación de la respuesta inflamatoria y el estrés oxidativo, los cuales, a su vez, pueden provocar un accidente cerebrovascular y otras enfermedades vasculares del cerebro.
Varios estudios han demostrado una correlación entre los agentes contaminantes del aire relacionados con el carbón y los accidentes cerebrovasculares, los niveles ambientales de PM2, se correlacionaron con las tasas de admisiones hospitalarias por enfermedad cerebrovascular, y las PM10 estuvieron correlacionadas con admisiones hospitalarias por accidente cerebrovascular isquémico.
Mientras el país dependa fuertemente del carbón para satisfacer sus necesidades energéticas como lo platea el Sr. vilches, las consecuencias de esa dependencia son múltiples y ejercen un impacto generalizado y perjudicial para la salud. La combustión del carbón contribuye a enfermedades que ya están afectando a la población en zonas donde se produce, tales como asma, enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular. La combustión del carbón también libera cantidades significativas de dióxido de carbono a la atmósfera.
Rechazamos categóricamente los dichos del Sr. Vilches en relación que en Chile existe una legislación adecuada en temas ambientales, creemos que el tema central es como darle más peso a los intereses y la opinión de la ciudadanía que existan mecanismos que aseguren que la ciudadanía tenga voz y voto en este tipo de decisiones que afectan el concepto de bien común, como se legisla con el fin que las Empresas no se autoregulen y que sea el Estado quien realice los monitoreos y eso se resuelve con una legislación más moderna que pueda contrapesar el poder y la opinión de los Empresarios depredadores y Autoridades desarrollistas e irresponsables.
Consideramos lamentable que mientras en el mundo aumenta la tendencia a disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero y se realizan grandes esfuerzos para evitar que el calentamiento global siga evolucionando, el Sr. Vilches en su calidad de Diputado, siquiera esté evaluando la posibilidad de autorizar centrales que contemplan el uso de combustibles tan contaminantes como carbón, sin considerar que esta situación conllevará la destrucción inevitable de una magnífica reserva natural del país y la salud.
La solución al problema de la energía, pasa necesariamente por que, tanto la empresa, gobierno y ciudadanía, se apropien y utilicen inteligentemente las ventajas comparativas que presenta cada territorio. En el caso de la Región de Atacama se puede prever que, utilizando una matriz energética sobre la base de la radiación solar, que puede ser combinada con energía eólica, se puede generar una matriz energética capaz de satisfacer la demanda industrial y domiciliaria, con mínimos efectos sobre el medio ambiente y el territorio.
En tal sentido, pretender uniformar una matriz energética a un país como Chile, que presenta una gran diversidad de ambientes y territorios es un error garrafal, que sólo agranda el problema medioambiental.
Copiapó, 11 de junio de 2010