Elia Tomás en Summer of ’86 afronta, por primera vez, el recuerdo incómodo del verano del 86. El artista describe los cuatro meses en que fue, poco a poco, tomando conciencia de su homosexualidad. También es una celebración de aquel hombre que siempre salió mal en las fotografías.
«Elia Tomás pinta el sexo débil. Elia Tomás pinta el cuerpo de los hombres. Los protagonistas de sus retratos dan vida a una gramática del universo masculino; una búsqueda de reglas, matices y contradicciones. Son hombres jóvenes o maduros, descarados o tímidos: son hermanos, padres, amigos, amantes de un día o de una vida. Iconos tan familiares y tan desconocidos a la vez»