El Museo Rijksmuseum, en Amsterdan, ha tenido una idea para que la gente se interese por sus obras de arte en serio. Aunque en realidad, no han prohibido las cámaras o los móviles, animan a los visitantes a dejarlas en casa e intentar dibujar las obras del museo.
«En este mundo actual lleno de teléfonos móviles, una visita al museo se convierte en una experiencia pasiva y superficial demasiado a menudo», escriben en su web. «Los visitantes se distraen fácilmente y no experimentan realmente la belleza, la magia y la maravilla. Por eso el Risjkmuseum quiere ayudar a los visitantes a descubrir y apreciar la belleza del arte y la historia a través del dibujo».
Lo mejor es que cualquiera puede hacerlo: «No tienes que saber dibujar porque esto no va de ver el resultado final, sino de mirar lo que quieres dibujar. Cuando haces esto, percibes cosas que antes no habías visto. Ves las proporciones, las líneas, los detalles… te acercas al secreto del artista». En su evento Big Draw, que tuvo lugar el 24 y 25 de octubre, incluso dieron cuadernos y lápices a los visitantes que quisieron dibujar.