La casa de José Domingo Cañas 1.367, en Ñuñoa, fue un centro de detención, tortura y asesinato de la Dina (Dirección de Inteligencia Nacional), durante la dictadura. Allí estuvieron detenidas más de 180 personas, de los cuales más de 50 fueron hechos desaparecer.
Hoy, esta casa es un centro de memoria, abierto a la comunidad para aportar en el desarrollo de la conciencia y de los derechos humanos.
De la construcción original, sólo quedan las bases, cimientos en los cuales se aferran los recuerdos de un trozo sangriento de nuestra historia. Al fondo es posible ver una casa moderna, un espacio nuevo construido en 2006 luego de que el lugar fuera el año 2002 declarado Monumento Histórico Nacional.
Jesús Carrasco, miembro del equipo de gestión cultural de la Casa de Memoria, considera que este espacio es fundamental porque “construir a partir de nuestra historia” es experiencia y vida al mismo tiempo.
Jesús agrega que la sociedad necesita estas instancias para el aprendizaje, la reflexión y la creación, para no tropezar nunca más con las mismas piedras.
«El progreso no está en la construcción de tiendas comerciales ni edificios, sino que en tener un país donde la vida y la justicia se respeten», sentenció.
INVITACIÓN
Todos los miércoles entre las 19:00 y 21:00 horas se realiza una velatón frente a la casa, en recuerdo de todos y todas las que estuvieron detenidos en este lugar.
Desde junio están abierta las postulaciones, para quienes quieran desarrollar en este espacio alguna instancia cultural, social o política. Las salas ya están habilitadas y el contacto es a través del correo: [email protected]
Para el día 26 de junio, Día Internacional Contra la Tortura, la Casa de Memoria José Domingo Cañas estará abierta a la comunidad en una jornada a partir de las 4 de la tarde y en la que se expondrán pinturas, danza, documentales, poesía y música.
Más información: fundacionjosedomingocanas.cl
Por Victoria Lozano Díaz
El Ciudadano