Andar de intrépidos desafiando a la naturaleza no siempre es buena idea, eso lo aprendió un sujeto que andaba en las inmediaciones de Narooma, en Nueva Gales del Sur, Australia, y fue retado por sus amigos a entrar en una cueva.
Si algo nos han enseñado las caricaturas es que las cuevas casi siempre guardan sorpresas mala onda en su interior, pero eso no le importó a este hombre, a quien se le hizo fácil entrar mientras sus cuates grababan el desafío.
Entonces pasó esto:
Fuente: Sopitas