A la mayoría de nosotras le asusta agendar una visita al ginecólogo, pues solemos estar nerviosas o creemos que nos pueden juzgar por contar la verdad. Frente a eso, siempre optamos por mantener al mismo médico por toda la vida una vez que confiamos en él. Sin embargo, existen ocasiones en las que es necesario optar por otro ginecólogo y, en eso nos topamos con cosas que no nos gustan y que, claro, no debemos permitir.
1. Hacerte sentir mal por el cuerpo que tienes
Bueno, en realidad nadie tiene derecho a hacerlo. Sin embargo, quien no debe hacerte comentarios negativos sobre tu cuerpo es tu ginecólogo. No debe hacerte sentir mal por el tamaño de tus pechos, o vello corporal, o cualquier otra cosa. A menos que, claro, exista una razón médica importante para hacerlo.
2. Que te juzgue por tus decisiones
Siempre te harán preguntas personales, es claro, pero juzgarte por lo que decides no es algo que le corresponda a tu ginecólogo. Ya sea la cantidad de relaciones que has tenido, o cuándo comenzaste tu vida sexual, entre otras cosas, no debe juzgarte por lo que le comentas. Sólo necesitan saber más de ti para conocer cómo funciona tu cuerpo y qué es lo que se debe hacer.
3. Realizarte exámenes sin consultarte
Hay veces en las que algunos ginecólogos pueden realizarte el examen del papanicolau sin siquiera preguntarte antes. Jamás debes permitir eso. Más allá de lo monetario, es algo que tú decides hacer. Lo mismo sucede para otros tipos de tratamientos invasivos. Tu cuerpo es tu decisión.
4. Hacer algo sin siquiera explicártelo
La idea es que siempre te sientas cómoda en cada visita al médico, lo cual incluye el que sepas qué examen te harás o qué te revisarán. Además, es necesario que sientas la confianza completa en tu doctor para decirle cuando algo te duele o molesta.
5. Contarle a tus padres lo que ustedes han hablado
Es imposible confiar en tu ginecólogo completamente si sabes que le dirá todo a tus padres. Prefiere confiar en aquel que respeta tu privacidad y no viola el derecho a confidencialidad de la visita.
6. Ser poco objetivo
No puede recomendarte cosas no médicas o compartirte sus experiencias para influenciarte. Siempre debe ser objetivo y recomendarte lo mejor para ti.
7. Decirte que estás perdiendo el tiempo
O que le estás haciendo perder el tiempo. Todas las mujeres tenemos dudas y a veces, por muy absurdas que pueden ser, es necesario consultarlas porque no es algo que sepamos completamente. Para eso están los ginecólogos y si no están dispuestos a ayudarte, busca a uno que si lo haga.