¡Lautaro vive carajo!

Lautaro existió, existe y existirá siempre.

Tengo en mis manos un documento escrito por Orlando Caputo y Graciela Galarce y se titula “El robo del siglo XX y XXI. Nacionalización del cobre y desnacionalización por la Concertación». Este documento fue publicado por El Ciudadano, donde las noticias importan.

Al respecto, debo manifestar que si lo dicho y denunciado en ese escrito es la esencia de la verdad y de la cual yo no tengo ninguna duda. ¿Por qué nadie dice nada y por el contrario todos callan? Esta denuncia no me llama la atención porque hace mucho tiempo que yo vengo denunciando la traición de la que ha sido víctima el pueblo de Chile.

He dicho y he sostenido es mis escritos, que desde el golpe de Estado por los militares, en 1973, el pueblo chileno ha vendido siendo traicionado. Todos los políticos sin ninguna excepción traicionaron los ideales del pueblo chileno y sus aspiraciones que habían costado toda una lucha, para que el programa de la Unidad Popular se convirtiera en una esperanza y una realidad para todos los chilenos en general.

El dictador Pinochet, lo que hizo fue entregar nuevamente en manos de las transnacionales el cobre que Salvador Allende había nacionalizado con el apoyo de los senadores y diputados y todos los demás sectores progresistas de Chile, con el único propósito de que el cobre fuera de todos los chilenos y por ende el sueldo de Chile, como lo catalogó el mismo presidente Allende.

Naturalmente que en todas estas declaraciones de Caputo y Galarce, la traición y el robo quedan al descubierto, porque  privatizaron lo que más pudieron. Vendiendo a Chile de a poco. Tanto es así, que aparentemente Chile era gobernado por la Concertación, pero todo los chilenos sabían perfectamente bien que quienes gobernaron y siguen gobernando el país es la maldita derecha, identificada plenamente por RN y la UDI. Y no es que estemos mintiendo o haciendo afirmaciones antojadizas. Para un botón de muestra, nos basta con señalar que a Chile se le impuso una Constitución dictatorial totalmente ilegal, que fue impuesta a sangre y fuego y sin embargo ninguno de los inteligentes gobiernos de la Concertación, tuvo la valentía de llamar al pueblo a una Asamblea Constituyente para hacer una nueva Constitución, con una Carta Magna que le diera libertad a los chilenos para elegir y ser elegidos.

Todos los gobiernos pecaron de cinismo imperdonable, porque hasta los fondos de pensiones (AFP) les fueron entregados a unas cuatro o seis personas que se han dado el lujo de esquilmar hasta la muerte a los asalariados de Chile, negociando con sus dineros y la dignidad de los trabajadores chilenos. Esa ha sido la vergüenzura más humillante que han sufrido los chilenos y que siguen sufrienedo, porque la inercia y la incapacidad de los políticos trasnochados que no están ni ahí por defender los intereses de Chile y su pueblo. Todos son  unos hipócritas.

Los grandes cerebros constitucionalistas de Chile, nunca han hecho nada por cambiar las cosas y se han conformado con marchar al son de una Constitución que le permite incluso a las FF.AA. de Chile llevarse hasta el 10% de las ventas del cobre, sin tener que darle cuenta a nadie en qué son invertidos esos dineros.

Mi pueblo Mapuche, que es víctima de una ley criminal, que los califica como terroristas, por el solo derecho de defender sus tierras que también les han sido arrebatas a sangre y fuego por los gobiernos de turno. Siguiendo las órdenes de las políticas del imperialismo yanqui, que son los que mandan y dominan en Chile.

Los gobiernos de Alywin, Frei, Lagos y Bachelet, gobernaron con la derecha sirviendo los intereses foráneos y fueron arrastrados obedientemente por el Tío Sam, para que Chile pudiera marcar el paso al neoliberalismo, envolviéndonos en la globalización que sólo ha servido para hacer más ricos a los ricos y más pobres  los más pobres.

Quién no recuerda la comida que le ofreció en New York, la Barrick Gold, la transnacional que está contaminando todo el Valle del Huasco, y llevándose el oro de esa zona, a la expresidenta Bachelet, quien  le entregara en bandeja a Pascua Lama para explotar los minerales de oro. Un premio bien merecido por servicios prestados a una compañía del imperialismo, con el daño que están ocasionando a más de 70 mil habitantes de la Tercera Región chilena.

Los chilenos estamos atrapados en un callejón sin salida, a menos que el pueblo despierte y se sacuda de su inercia y comience a levantarse por defender sus derechos.

Vietnam, Hiroshima, Corea, Nagasaky, fueron pueblos criminalmente bombardeados por los imperialistas, EE.UU. lanzó lluvias de bombas en Vietnam, sin embargo en medio de esas cenizas, esos pueblos no claudicaron ni se humillaron y se han levantado, transformando sus ciudades, en donde se han construido grandes complejos industriales, avanzando en las demandas de una tecnología moderna, con una tecnología de punta. Yo mismo estoy escribiendo estas líneas en una impresora, copiadora y escaneadora de origen made in Vietnam.

Y nosotros en la América Latina, que no hemos tenido guerras, no hemos sido capaces de surgir como potencia industrial.

Pero hemos permitido que los extranjeros se hayan adueñado de nuestras tierras, en forma ilegal, y así se permitió que surgiera Colonia Dignidad, donde se secuestraron y asesinaron a tantos chilenos bajo la dictadura militar.

Ningún candidato futuro a la presidencia de Chile, debe asumir el poder sino tiene un programa como el de la Unidad Popular, ese es el único programa que puede sacar a Chile de la miseria y la esclavitud en que se encuentra, con sueldos de hambre y sin atención médica,  entregándole sus pulmones al explotador extranjero que nos roba nuestras riquezas a vista y paciencia de los lacayos chilenos.

Por Lautaro Rojo Millapán

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Ilustración de Pedro Subercaseaux

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