Las peores películas de 2015

En 2015 hubieron grandes películas que esperábamos con ansias y cumplieron nuestras expectativas, tales como Mad Max o Jurassic World que cuando vimos nos sorprendimos como nunca antes y nos dimos cuenta de la evolución cinematográfica con un clásico que vuelve a ver la luz y la pantalla grande. Nos asombramos, divertimos y no parábamos de pensar que habíamos hecho la elección correcta cuando entramos a esa sala y gastamos nuestro dinero en la función.

Sin embargo, del otro lado tenemos las películas que son totalmente opuestas a esta descripción. Las que aguantamos ver por el dinero invertido pero que no esperábamos nada de la cinta desde que habíamos visto tan sólo media hora; acción, drama, comedia, terror y suspenso entran por igual a la lista y aunque unas quisiéramos que nunca hubieran salido a la luz, existen otras que, aunque no son tan malas, no cumplieron las expectativas que un gran elenco, el director o simplemente el trailer pronosticaban.

Debemos aclarar que se intentó seleccionar una o dos cintas del mismo género o similares, puesto que de no hacerlo, el conteo sólo sería de comedia o terror. De este modo, te dejamos un listado con las peores películas de este año.

Fifty shades of Grey, Sam Taylor-Wood

El libro que convirtió a las mujeres en perversas espectadoras de un tipo de soft porn fue llevado al cine con la promesa de que serían testigos de las escenas más candentes, lo que las mujeres querían ver. Muchas se dieron cita en las salas  y lo que vieron no fue más que una versión para adultos de la cinta de vampiros Twilight. Christian Grey, el protagonista, tiene unas costumbres sexuales inusuales. Y una joven llamada Anastasia Steele se verá involucrada en su juego sexual; sin embargo, la película no termina de ser lo que todas esperaban, mal escrita, los actores principales sin química, sin sensualidad y con enormes clichés que la hacían decaer aún más.

Mortdecai, David Koepp

Un excéntrico coleccionista de arte, protagonizado por Johnny Depp, busca por todo el mundo una pintura que podría hacerlo millonario. Intentando igualar a Wes Anderson con El gran hotel Budapest, David Koepp utiliza los colores para intentar marcar su relato, pero en realidad, esta cinta nunca atrapa al espectador, no logra divertir y la puedes olvidar tiempo después de haberla visto.

Jupiter Ascending, Andy Wachowski y Lana Wachowski

Una chica de la Tierra descubre que es una princesa de una galaxia lejana, de donde Channing Tatum es, él se dirige a la Tierra para informarle a la joven de su destino oculto. Los hermanos Wachowski lograron impactar tanto con Matrix que cualquier trabajo posterior, pensaríamos, debería ser igual de bueno o mejor, pero Jupiter Ascending no resultó para nada lo esperado, aunque tenía como protagónicos a Channing Tatum y Mila Kunis, quienes no lograron salvar la cinta.

Pixeles, Chris Columbus

Adam Sandler, Peter Dinklage, Kevin James y más actores que intentan hacer comedia, protagonizan la invasión alienígena cuando los extraterrestres malinterpretan los mensajes televisivos y las películas más famosas. Esta película se convierte en una especie de mezcla malograda entre comedia y acción pero no logra hacer reír y mucho menos emocionar a los asistentes.

Fantastic Four, Tim Story

Si las películas de los Cuatro Fantásticos nunca han sido buenas, esta sobrepasa los límites que tenían. Con un nuevo equipo de superhéroes demasiado jóvenes, Reed Richards intenta realizar una máquina del tiempo que resulta mandarlos a otra dimensión y otro planeta, pero tras una exposición desarrollan sus habilidades. Los cuatro intentan lidiar con sus dones durante toda la cinta y el único momento de acción es bastante corto.

Unfriended, Leo Gabriadze

Las películas de terror siempre son las más difíciles de emocionar y causar el impacto deseado, pero sin duda Unfriended no lo logró. La cinta tiene lugar totalmente en la pantalla de una computadora, la que horroriza a unos jóvenes que pasan la mayor cantidad de tiempo posible navegando en la red. Los directores buscaban innovar con un terror tecnológico inexplicable, pero lo único que logran es ser tan temporales que en unos años parecerá una película aún peor.

Aloha, Cameron Crowe

A pesar de su gran elenco, esta película romántica recaudó sólo 26 millones de dólares de un presupuesto de 37. Un contratista se reencuentra con el amor de su vida pero se encuentra en un dilema entre ella y una nueva cadete de la Fuerza Aérea. De Cameron Crowe es la cinta Almost famous y tal vez por eso se esperaba tanto de su trabajo. A pesar de que la cinta es bastante mala, aún recuerda a Almost Famous y la entrañable relación con el fin de los sueños y las complicadas relaciones sentimentales.

Sin Escape, John Erick Dowdle

Un thriller donde una familia americana intenta escapar de las calles de Asia después de un golpe de Estado en el que los extranjeros son ejecutados sin piedad. La película no cumple las expectativas por la manera exagerada en la que retrata a los protagonistas, haciéndolos parecer invencibles como las cintas protagonizadas por Liam Neeson, Taken pero sin un protagonista con su porte y más credibilidad.

Insurgent, Robert Schwentke

La secuela de la película Divergent que intentó el mismo éxito del mundo apocalíptico en el que una mujer es la superheroína, como en los Juegos del Hambre, no logró el éxito de su símil. El mundo parece extremadamente irreal y la protagonista no logra que creamos en su papel rebelde de salvaguarda del mundo y restauradora del orden mundial. La historia es plana y la pareja principal ni siquiera parece tener química.

Woman in gold, Simon Curtis

Basada en una historia real, cuenta cómo una mujer que huyó de Viena durante la Segunda Guerra Mundial intenta recuperar las propiedades que los nazis le quitaron, entre los que están el Retrato de Adel Bloch-Bauer de Gustav Klimt, pero la historia de la pantalla grande no se parece nada a la real y es, más bien, un mal intento para descubrir los secretos que tiene esa mujer acompañada de su joven abogado. Según el reportero del Hollywood Reporter, “sufre de una falta general de la economía y una tendencia a explicar su justa indignación con discursos incluso cuando los personajes no están en un estrado o en un tribunal”.

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