El hombre, Jonathan Holmes, siguió a la mujer durante más de un kilómetro desde que esta salió del trabajo, en la ciudad de Sheffield en Reino Unido, antes de arrastrarla detrás de unos arbustos.
Según la información del diario inglés Mirror, Holmes intentó meter su lengua en la boca de la mujer al tiempo que le decía que iba a «disfrutar». La víctima luchó y logró golpear en la cara al agresor, morderle la lengua y clavarle las llaves en el cuello.
«Creo, sin lugar a dudas, que iba a violarme. Mi vida se habría acabado, me habría matado después. Estaba tan aterrorizada, pero también tan enfadada. Ahora, cada vez que voy por la noche a cualquier lugar siento ansiedad. Aunque sé que está encerrado, a veces tengo miedo pensando que vendrá a por mí», declaró la víctima en el tribunal.
Finalmente, ha sido sentenciado a cuatro años y medio de prisión . Además, la juez explicó que tendría un peso para siempre en su conciencia porque había dejado la vida de su víctima marcada para siempre.
Vía: http://www.abc.es