Sara Larraín y COP21: “La comunidad internacional fracasó en revertir totalmente el cambio climático”

La directora ejecutiva de Chile Sustentable analiza críticamente el aplaudido acuerdo de París, destacando que los compromisos surgidos ahí no son vinculantes, y advierte que el adquirido por Chile significaría la prórroga del Decreto Ley 701 que beneficia a las grandes empresas forestales.

Sara Larraín y COP21: “La comunidad internacional fracasó en revertir totalmente el cambio climático”

Autor: Daniel Labbé Yáñez

COP21

Como “histórico” ha sido considerado el acuerdo alcanzado por los 195 países que participaron de la Cumbre del Clima (COP21) en París, del que nuestro país formó parte. Conversamos con Sara Larraín, directora ejecutiva de Chile Sustentable, quien le pone paños fríos a esta algarabía, destacando que los compromisos que realizaron las naciones no son vinculantes, que solo se busca que la temperatura no suba más de 2 grados y que, en el caso de Chile, parte de su compromiso está sujeto a una prórroga del cuestionado Decreto Ley 701 que subsidia a las grandes forestales.

¿Qué le pareció el acuerdo del COP21, que se ha ensalzado harto, como un supuesto buen acuerdo?

Yo creo que no es un buen acuerdo. Es una muestra de una voluntad política débil por parte de la comunidad internacional. Tiene algunos elementos positivos –como que es un acuerdo que involucra compromisos de todos los países-, pero esos compromisos que son los informes nacionales, los compromisos de cada país, no son vinculantes. O sea, es legalmente vinculante el que cada país ponga un compromiso sobre la mesa, pero no es vinculante cumplir ese compromiso. Por lo tanto si tú al año 2030 te propusiste, como en el caso de Chile, reducir 30% de las emisiones (de gases de efecto invernadero) en relación a la línea base de 2007, si no lo cumples no te van a pasar multas ni te van a llevar a un tribunal; no hay sanción, no hay vinculación legal. Entonces hay toda una maniobra diplomática para disfrazar una cosa de lo que no es.

Además de eso, ¿qué otras falencias ve?

El segundo elemento complejo es que se mantuvo el Acuerdo de Copenhague en el sentido de que el acuerdo no es para revertir el cambio climático. El acuerdo es para que la temperatura no suba más de 2 grados. Y van a tratar de que no sobrepase 1,5 grados.

Eso significa que es muy puntual, que no aborda el fondo del problema, no es estructural…

Cuando se firmó la Convención (Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático) en 1992, la comunidad internacional se comprometió a revertir el cambio climático. Eso significa que la temperatura no siguiera aumentando y eso no se logró. Ahora el acuerdo incluye que se va a tratar de que no suba más de 2 grados y van a tratar de que no se superen los 1,5 grados más de la temperatura promedio de la era industrial. Entonces es súper complicado porque, en el fondo, eso no se dice. No se dice que la comunidad internacional fracasó en revertir totalmente el cambio climático. Están tratando de que no suba más de 2 grados, pero ese no era el compromiso original. Ahí hay un tema súper complejo porque 2 grados más es una brutalidad en términos de aumento del nivel del mar, de fenómenos climáticos extremos, de sequía y desertificación; o sea, traer catástrofes acompañadas.

Sara Larráin

Sara Larraín

Y un último elemento que es importante –y que es positivo- es que la comunidad internacional aprobó un fondo en el cual deberían ponerse lucas de los países industrializados para apoyar a los países no industrializados en su reducción de emisión. Son US$100 mil millones al año, del 2016 al 2020. Esto va a permitir que estos países puedan tener un apoyo para, por ejemplo, optar por alternativas energéticas bajas en carbono, que sean tecnologías un poco más caras. O hacer inversiones de adaptación del borde costero, aumento del nivel del mar. Hay un compromiso de fondo climático, pero los compromisos no son legalmente vinculantes y claramente lo que nosotros tenemos como un universo es no revertir un cambio climático, sino que tratar de que no suba la temperatura más de 2 grados.

“EL 10% QUE EL GOBIERNO PRETENDE LOGRAR A TRAVÉS DE LA AMPLIACIÓN DEL DECRETO LEY 701 NOS PARECE PÉSIMO” 

Y en el caso de Chile, ¿qué le parece el compromiso de reducir en un 30% sus emisiones de aquí al 2030? He escuchado a organizaciones que plantean que es una suerte de engaño, porque si esto se hace en función del PIB, este va creciendo, por lo tanto no habría una disminución, un cambio…

Nosotros creemos que Chile, haciendo un pequeño cambio en la matriz energética, perfectamente podría lograr este 30%, porque esta reducción es en relación a la línea base del año 2007 y no del año 1990. Por lo tanto, es menor en términos reales que los compromisos de otros países. Ahora, nosotros creemos que en sector energético, el 20% que compromete el país es fácilmente alcanzable y, particularmente, además, pueden acelerarlo si es que el gobierno realmente envía una ley para el uso eficiente de la energía. Pero el otro 10% que el gobierno pretende lograr a través de la ampliación del Decreto Ley 701, que le da un subsidio tremendo al sector forestal y de celulosa, nos parece pésimo.

¿Ese 10% estaría entonces vinculado a una continuidad del DL 701?

Claro. Ellos se comprometieron con 20% del sector energético y 10% en cambio de uso de suelo. Y en ese cambio de uso de suelo apuntaron a reforestación, en la medida que esa reforestación iba a absorber, capturar gases de efecto invernadero. Entonces en ese sentido nosotros creemos que políticamente no es aceptable el poder dilatar y renovar los subsidios del (DL) 701, porque este va orientado a un subsidio a la industria forestal para muy pocos grupos empresariales y finalmente lo que ocurre es que se hace a costa del bosque nativo. Entonces, en ese sentido, planteamos que la verdad es que Chile debiera considerar este 10% de cambio de uso de suelo, pero protegiendo el bosque nativo que tenemos.

Claro, porque lo que se hace es plantar pinos y eucaliptus que provocan un daño medioambiental enorme…

O sea, tienes un impacto brutal sobre el tema hídrico y el tema hídrico va a ser uno de los impactos más importantes en el caso de Chile. Entonces ahí hay un problema, porque la medida de reducción es estatal para otros componentes ambientales. Y por otro lado, nos parece que la posición de Chile es bastante incoherente también en relación a cómo se está aprobando la ley de protección de glaciares, que en el fondo es una ley que solamente va a proteger el 33% de los glaciares fuera de áreas protegidas, fuera de parques nacionales, y la verdad es que los glaciares son la reserva más importante de agua dulce que tenemos acá en Chile. Entonces es absurdo que se esté poniendo en riesgo estas especies de embalses de hielo congelado que nos regaló la naturaleza. Es incoherente porque, además de una política de reducción de emisiones, tienes que asegurar una política de adaptación para que las ciudades no vayan a tener problemas de recursos hídricos, lo mismo para el riego agrícola, para tener seguridad alimentaria y para enfrentar los problemas de la salud porque también necesitas tener recursos hídricos. Entonces si estás aprobando una ley que no asegura la protección de los glaciares, que es lo que te da agua durante todo el verano una vez que se termina de derretir la nieve, estás disparándote en un pie.

Por Daniel Labbé Yáñez


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