El pasado 11 de diciembre a la familia Olsen de Ohio (EEUU) le tocó vivir un triste aniversario. El mismo día de 2014 su hija adoptiva de tan solo 13 años se disparaba a quemarropa con el arma de su padre para acabar con su vida.
Los hechos ocurrieron casi un año después de que los padres adoptivos de Emilie hubieran denunciado el acoso que la joven, de origen asiático, sufría en el colegio. El establecimiento, que en una primera instancia negó la realidad que enfrentaba la pequeña, ahora tendrá que responder ante la demanda presentada en su contra por no haber actuado a tiempo.
Los intentos de los padres porque el colegio frenara la oleada de violencia contra su hija fueron en vano, a pesar de que había pruebas fehacientes de los hechos que ocurrían, como una cuenta de Intagram llamada Emilie Olsen is Gay.
“Soy Emilie, soy gay y amo tener sexo con gente desconocida en el bosque. Amo masticar tabaco y si me quieres coger nos podemos encontrar en el bosque», rezaba la descripción de la cuenta.