A principios de los años ’70 pese que ya se había inventado la píldora, había tenido lugar Woodstock, el hombre había llegado a la luna y el mundo había vibrado con la sensualidad de los acordes de Hendrix, la Asociación Norteamericana de Psiquiatría decidió incorporar la homosexualidad en una categoría llamada “alteraciones de la orientación sexual” (pese a eliminarla de las enfermedades mentales)
En la nueva categoría decidieronm incluir a las personas que manifestaran intereses sexuales hacia personas del mismo sexo y que se sentían molestas por ello y tuvieran el anhelo de cambiar su “orientación sexual”.
Así las cosas, las formas más comunes e insólitas de “castigar o tratar” la homosexualidad eran las siguientes:
Tratamiento de aversión homosexual
Los médicos hacían experimentos en los que buscaban la manera de asociar imágenes de naturaleza homosexual al dolor y las náuseas.
Castración
El plan consistía en impedir que se pudiesen mantener relaciones sexuales entre hombres y así “cortar” la homosexualidad mediante el extermino de la enfermedad. Fue un modo de tortura excesivo que produjo miles de muertes, secuelas físicas y psíquicas; además de no «curar» a nadie.
Implantación de hormonas
Dentro de los experimentos médicos que se hicieron con el apoyo de Hitler, se llevó a cabo lo que se conocía como implantación de hormonas, que consistía en introducir unas cápsulas con hormonas sintéticas preparadas, a través de una escisión en el ano y en la parte inferior del abdomen derecho, para “invertir” la sexualidad.
Violaciones
Durante el apogeo del nazismo, en los campos de concentración, los homosexuales eran sometidos a trabajos forzados, golpeados con excesiva brutalidad y en conjunto; además de someterlos a sistemáticas violaciones con estacas afiladas por el ano como parte de una “terapia” contra la homosexualidad.
Tratamiento Ludovico
Consiste en la inhumana terapia de «electroschock», además de incluir inyecciones vomitivas.
En la actualidad
Aún hoy en día existen ofertas de terapias que prometen «curar» la homosexualidad a través de psicología religiosa, charlas de autoayuda, etc. Sin embargo, NUNCA han tenido ningún resultado positivo y afortunadamente las sociedades contemporáneas han abandonado la ignorancia y los estereotipos impuestos por un modelo de familia y pareja que no concuerda con la realidad,