Luego de la recuperación de sus tierras, dirigentes del ejido indígena de Baqueachi y la abogada, Estela Ángeles Mondragón, denunciaron que han sido intimidados y hostigados después de haber obtenido sentencias favorables en los ocho juicios agrarios que faltaban para recuperar 20 mil hectáreas de tierras ejidales invadidas por ganaderos mestizos del municipio de Carichi desde hace 20 años.
Informaron que el presidente del comisariado ejidal, Juan Ramírez, dijo que las sentencias obligan a los ganaderos a entregar casas y potreros construidos ilegalmente en tierras ejidales.
Agregaron que el viernes por la mañana a la puerta del despacho de Estela Ángeles, en la ciudad de Chihuahua, encontraron balas de rifle; recordando que hace cinco años en ese lugar fue asesinado Ernesto Rábago, esposo de la abogada, luego de ganar un mes después el primero de 30 juicios contra los invasores.
Así mismo, el tribunal unitario agrario del distrito 5, falló en favor del ejido indígena de Baqueachi en todos los juicios contra ganaderos.
Una de las sentencias que se ejecutaron el día anterior fue en contra de José María Sandoval Espino, tío de Héctor, quien fue obligado a sacar sus reses de los potreros donde pastoreó ganado por más de 30 años, y entregarlos junto con una casa construida ilegalmente. Previamente, el mestizo golpeó con una reata al comisario de policía.
Desde hace 80 años, varias generaciones de ejidatarios de Baqueachi (Bakechi, en rarámuri) han luchado por recuperar sus tierras, invadidas por ganaderos mestizos de Nonoava y Carichi, que se apoderaron de 35 mil de las 44 mil hectáreas de la dotación ejidatal. En los cinco años recientes los tribunales agrarios han fallado en favor de los indígenas.
Por Ricardo Ortiz
El Ciudadano