“No nos han derrotado”, es el nombre del memorial que inauguró la Federación de Estudiantes de la Universidad de Tarapacá, Feut, en honor a los estudiantes detenidos, desaparecidos y asesinados durante Dictadura y transición a la democracia.
Daniel Menco, estudiante de la carrera de contabilidad, asesinado por Carabineros en 1999; Marisol Vera Linares, estudiante de pedagogía en castellano asesinada en 1985; Luis Pino Soto, estudiante de enseñanza media, desaparecido en 1986; y Luis Contreras Oviedo, estudiante secundario, asesinado en 1984; son los jóvenes recordados en el memorial.
Además, se hace un homenaje a las Mujeres de Luto en el memorial, ya que estas valientes mujeres cada 11 de septiembre, desde 1984, recuerdan a sus familiares detenidos y desaparecidos en las escaleras de la Catedral San Marcos.
La presidenta de la Feut, Patricia Espinosa explicó que esta instancia es para recordar a quienes “lucharon contra la dictadura y murieron por defender los derechos de todas y todos nosotros. Y a pesar de que terminó la dictadura, sufrieron los efectos de ella como pasó con Daniel Menco, quien murió fuera de nuestra universidad”.
La dirigente estudiantil agregó que no sólo “tenemos que recordar el pasado y la sangre que corrió en este Chile sin derechos, sino que también es un llamado a seguir luchando por todo lo que perdimos para construir una sociedad más justa y libre”.
Jeannette Valenzuela, psicóloga del Programa de Reparación y Ayuda Integral en Salud y Derechos (Prais), quien asistió a la inauguración, comentó que este fue un “gran acto y frente a la responsabilidad social que tenemos cada uno con la memoria, esto es parte de la reparación a nivel social, comunitario y colectivo. Felicito a los chiquillos que hicieron real este proyecto”.
Lucha por título póstumo
Quien también asistió a esta emotiva ceremonia fue la madre de Marisol Vera Linares, quien viajó desde Santiago, exclusivamente a participar de esta instancia. Dentro de las palabras que trasmitió, comentó que “no hay perdón y no hay olvido. Eso no queremos, queremos sentirnos satisfechos al sentir que mi única hija está presente en mi corazón y en los de todos ustedes”.
La familia y amigos de Marisol llevan años gestionando el título póstumo de la estudiante de pedagogía como algo simbólico, sin embargo la Universidad de Tarapacá se los ha negado bajo el argumento de que no cumplió con los años que se necesitaban como requisito para ello.