Al menos una de las armas utilizadas en los violentos ataques terroristas del 13 de noviembre pasado en París llegó al Viejo Continente luego de ser comprada por Century International Arms, una empresa que mantiene estrechos vínculos con la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y que ha enfrentado procesos por tráfico ilegal de armas en Estados Unidos y Europa.
Esta fue la versión que difundió la agencia de noticias Associated Press basada en declaraciones de autoridades serbias. Luego de un comunicado de prensa del Departamento de Estado norteamericano, el medio se retractó.
En su primera publicación, AP había entrevistado a Milojko Brzakovic, encargado de Zastava, la compañía fabricante de la sospechosa semiautomática M92 con sede en Kragujevac, Serbia. Brzakovic confirmó a AP que el número del arma empleada por los terroristas de Francia coincidía con sus registros.
El reportaje indicaba que muchas armas fabricadas por Zastava fueron mandadas a Yugoslavia durante la guerra civil que enfrentó dicho país en los noventa, pero una de ellas terminó siendo vendida en mayo de 2013 a la empresa Century Arms, que registra domicilio en Delray Beach, Florida.
Por motivos desconocidos, el arma apareció después en Europa, traslado que no pudo haber ocurrido sin la aprobación del Departamento de Estado de EEUU, se enfatizó.
En respuesta a la explosiva noticia, la empresa Century Arms emitió un comunicado en el que reconocía su “incapacidad” de confirmar o descartar la información. El desmentido vino entonces del propio gobierno estadounidense, cuyos representantes llamaron a los editores de AP para bajar la nota.
“En una noticia del 10 de diciembre, The Associated Press informó incorrectamente que un arma exportada por un fabricante serbio a una compañía de Florida estaba involucrada en los ataques del 13 de noviembre en París. En realidad, el arma en cuestión no estuvo envuelta en los ataques y ha estado bajo la custodia del gobierno mexicano desde marzo de este año”, publicó AP en su retractación.
Cabe preguntarse si la última versión es tan ajustada a la realidad como se pretende mostrar, escribe Alex Lantier de World Socialist Website.
Aunque todavía existen dudas de cómo fueron organizados los ataques de París, el vínculo con Century Arms indicaría, según el mismo medio, que elementos al interior de los servicios de inteligencia de occidente pudieron facilitar la realización del atentado.
La empresa en cuestión ha tenido fuertes lazos con la política exterior estadounidense durante décadas.
En 1987, John Rugg, un ex policía que era empleado de Century Arms, declaró al Senado estadounidense que la firma internó armas a Nicaragua para abastecer a la Contra en su lucha contra el régimen sandinista. La operación ilegal, dirigida por la CIA en violación de la enmienda Boland, se conoció en el marco del escándalo de Irán-Contras.
En 2004, según The Palm Beach Post, las autoridades italianas detuvieron el envío de 7.500 rifles AK-47 de Century a Rumania, y en 2007, de acuerdo a un cable diplomático publicado por Wikileaks, la empresa trabajó con el traficante de armas israelí Ori Zeller para recuperar y vender ilegalmente rifles estadounidenses M-1 al sangriento régimen guatemalteco.
Este último documento revela que los socios del israelí Zeller fueron condenados por lavar dinero en Bélgica en 2003, y son sospechosos de hacer lo mismo con millones de dólares de Al Qaeda.