Esquizofrenia parlamentaria: Van Rysselberghe se aprovecha de su cargo para violar los derechos humanos

Uno de los pilares fundamentales de los derechos humanos y de la democracia, es la libertad de expresión. Otro pilar fundamental de la democracia es el poder soberano del pueblo, para disentir sobre las decisiones políticas. En contra de ambos derechos atentó la senadora al momento en el que la comisión que preside, envía una carta intimidante al Movilh en la que advierten que "no aceptarán actos contra dicha parlamentaria"

Esquizofrenia parlamentaria: Van Rysselberghe se aprovecha de su cargo para violar los derechos humanos

Autor: Ángela Barraza

Van Rysselberghe Napoleón

El 9 de diciembre recién pasado, Rolando Jiménez -cabeza del Movilh- criticó férreamente y con justa razón a la senadora UDI, Jacqueline Van Rysselberghe por “humillar a la población transexual” ya que fue gracias a ella que la ley de identidad de género pasó a la Comisión de Constitución.

¿Qué significa esto?

Básicamente lo que hizo con esa jugada fue retrasar la votación de este proyecto en sala, impidiendo de esta forma que se apruebe el proyecto del ley que permite a las personas transexuales a acceder a cambiar su identidad para que sea concordante lo que dice en su documento de identidad con las personas que sienten que son y no se vuelvan a repetir situaciones incómodas en instancias como, por ejemplo, las elecciones o algo más trascendental aún para la constitución de identidad como lo es, en el caso de l@s niñ@s el tema de las matrículas.

Este proyecto lleva muchísimo tiempo durmiendo en el congreso y ya que estaba en discusión, la senadora no encontró nada mejor que hacerle honor al premio que le dio la Iglesia Católica como «defensora de la familia» desde esa tradición conservadora y, a estas alturas, hedionda a naftalina y de un puntete, dejó este importantísimo proyecto de ley, que le cambiaría la vida a tantas personas, en la Comisión de Constitución.

Obviamente el Movilh y demás organizaciones que defienden los derechos humanos de lesbianas, gays, bisexuales y  transexuales (LGBT) montaron en santa cólera.

Rojando Jiménez

Ese mismo día, en concreto, y de lo cual hay registro de los medios, Jiménez le dijo a Van Rysselberghe en su cara que “¿Hasta cuándo usted boicotea la Ley de identidad de Género. Póngase 5 minutos en los zapatos de la población transexual que vive a diario a situaciones de brutal discriminación en acceso al trabajo, a la salud, a la educación, etc. Usted es una vergüenza para este Congreso”.

Hasta aquí, todo con sentido. Sin embargo, en un hecho insólito y esquizofrénico, la Comisión de Derechos Humanos del Senado, cuya presidenta es ni más ni menos que  Jacqueline Van Rysselberghe, envió una carta al Movilh en donde advierten que no aceptarán actos contra dicha parlamentaria, sólo porque critican (insisto en que con muy justa razón) su férreo rechazo a la Ley de Identidad de Género.

Esto lo ha denunciado hoy el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh).

En carta firmada por la Secretaria de la Comisión de Derechos Humanos, Ximena Belmar, se indica al dirigente del Movilh, Rolando Jiménez, que “el honorable senador Manuel José Ossandón hizo presente su molestia por los insultos verbales de que fue objeto” Van Rysselberghe el pasado 9 de diciembre en el Congreso Nacional.

Sin precisar qué senadores votaron a favor de la queja, la misiva añadió que “la Comisión acordó dirigirse a usted a objeto de presentarle este hecho y de manifestarle que no se aceptará este tipo de actos y que debe mantener una actitud respetuosa en el Congreso Nacional. Dios guarde a usted”.

Por su parte, el Movilh señaló lo siguiente: “aquí Van Rysselberghe está abusando de su calidad de presidenta de la Comisión -en alianza con Ossandón, otro opositor de la Ley de Identidad de Género- para que se silencie y se censure toda crítica contra su quehacer, calificando antojadizamente de insultos a la protesta legítima de la sociedad civil”.

ossandon

Si lo pensamos bien, es demasiado antidemocrático que una comisión del senado te mande una carta de ese tenor. Es amenazante y a todas luces un abuso de poder de parte de Van Rysselberghe y de todos los que participaron o estuvieron de acuerdo en enviar dicha carta. Es importantísimo que se transparenten los nombres de los parlamentarios que participaron en este acto de matonaje. Y por favor, que alguien les avise a los parlamentarios que la dictadura ya fue y que según entendemos todos, en Chile hay libertad de expresión para manifestar disconformidad con un procedimiento legislativo que atenta en contra de los derechos de una minoría, pero que a pesar del número, son personas y que por lo mismo, son sujetos de derechos, aunque a las iglesias no les guste; aunque a la derecha reaccionaria, no le guste. Aunque a Van Rysselberghe tampoco le guste.

Finalmente, enviar una carta institucional de uno de los tres poderes del estado (que te manden una carta del congreso, en poder, es como si te enviara una carta «tribunales» o «la presidencia») en defensa y representación de una persona que tiene claramente ideas político-sociales muy divergentes de las del Movilh, lo que pretende es restringir la libertad de expresión, pero todavía peor, es impedir la manifestación de desacuerdos respecto de las decisiones políticas y eso es un atentado al más puro sentido de la palabra democracia.

Por otra parte, en 1990, cuando llegó finalmente la «democracia», se acabó el oscuro período en el que las autoridades dictaban lo que teníamos que hacer, lo que debíamos decir, dónde decirlo y el ritmo al que bailar. Entendemos que 17 años son suficientes para acostumbrarse a ser todopoderosos, sobre todo cuando se cuenta con el respaldo de militares y sus armas. Eso se llamó dictadura y afortunadamente, ya se acabó.

Para terminar, quisiera agregar que la comisión de derechos humanos, aunque ustedes no lo crean, son para garantizarlos y defenderlos. No para hacer con ellos lo que se les venga en gana. Afortunadamente hay tratados internacionales a los que Chile se ha suscrito y con los que debe cumplir, les guste o no. Así que hagan la pega mejor.

Hagan que valgan la pena las coimas y el cohecho. Que si se sigue investigando la contabilidad de las empresas, poco tiempo es el que les va quedando en el poder. Y si no, internet es grande para refrescar la memoria en tiempo de elecciones.

 


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