Los sujetos Carlos Uribe y Carlos Fuentes fueron formalizados por el delito de fraude, quedando en libertad con arresto domiciliario y arraigo nacional durante los tres meses que durará la investigación del caso, a cargo de la jueza Marcia Castillo, que ya ha fijado la audiencia para el próximo 24 de febrero.
El empresario Uribe y su acompañante denunciaron un falso ataque incendiario en julio del pasado año, que terminó con un vehículo Mercedes Benz completamente calcinado con el objeto de cobrar el seguro del auto, que pertenecía a una sociedad de inversiones y transportes del mismo conductor, y por el que le fueron retribuidos unos 37 millones de pesos.
Ambos relataron en comisaría haber sido interceptados mientras viajaban desde Chillán a Vilcún por encapuchados vestidos con mantas y que hablaban en un idioma ininteligible para ellos, buscando que el falso atentado fuer atribuido a la causa mapuche.
No obstante, las grabaciones de las cámaras de seguridad de los peajes, los tráficos telefónicos y varias imprecisiones en la historia de los denunciantes permitieron establecer que ambos habían acordado un concierto previo destinado a cobrar el seguro, señaló el fiscal Miguel Ángel Velázquez.
En el momento de los hechos, el incidente fue calificado y difundido por los medios como un atentado perpetrado por el pueblo mapuche, inclusive en el lugar se habrían colocado pancartas alusivas a la causa.
No es la primera vez
En 2014, el camionero Hugo Castro Delgado quemó junto a su primo Orli Matini Castro su camión, asegurando haber sido víctima de un atentado incendiario para cobrar el seguro pertinente, unos 15 millones de pesos. Tras las manifiestas incongruencias en el relato de ambos, estos fueron condenados por delito de fraude.