Padres de los 43 protestan acudiendo a la Basílica de Guadalupe

Foto: Josue Trejo

A 15 meses de los hechos ocurridos el 26 y 27 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero, diversas organizaciones civiles y estudiantes de diferentes escuelas se concentraron fuera de la Catedral Metropolitana para salir en marcha con destino a la Basílica de Guadalupe, para protestar por la desaparición de 43 estudiantes de la escuela normal Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa.

Alrededor de las 16:00 horas inició la protesta. Diferentes sectores de la sociedad acompañaron a los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa, procedentes de diferentes partes de la República, entre ellos representantes del Estado de Tamaulipas, quienes portaban una bandera nacional ensangrentada y sus ropas teñidas de rojo simulando sangre y con la leyenda «no solo es Guerrero, Tamaulipas también sangra, como lo es todo México».

La caminata circuló por Paseo de la Reforma Norte para encontrarse más adelante con Calzada de Guadalupe y, posteriormente, llegar a su destino.

En declaraciones de Vidulfo Rosales, abogado que ha llevado este caso desde la «Noche de Iguala», mencionó que «no se dará marcha atrás en la protesta por la aparición con vida de todos los normalistas desaparecidos y justicia para los asesinados. Si el Presidente Enrique Peña Nieto piensa que se nos olvidará con los regalos de Navidad, no es así y seguiremos adelante hasta encontrarlos».

En el acto también se denunció que autoridades de la Basílica no accedieron a realizar una misa por los estudiantes y que sólo aceptaron que fuera comunitaria. Felipe de la Cruz, vocero de los padres y madres, declaró que «hasta el momento no se tiene planeada una reunión con el Papa Francisco, ya que nuestros muchachos tienen que aparecer. Sabemos que están vivos, así que queremos que nos los entreguen».

A su paso, esta marcha encontró al ex Delegado de Iztapalapa, Rafael Acosta «Juanito», con su acostumbrada banda tricolor atada alrededor de la cabeza, con una caja de veladoras que intentaba obsequiar a los padres de los normalistas, que las rechazaron argumentando «la marcha es un acto en contra de los políticos y no podemos las aceptar». De hecho, le solicitaron que se retirara, petición que él aceptó sin protestar, llevándose sus veladoras completas.

Con respecto a las nuevas investigaciones del Grupo Internacional de Expertos Independientes (GIEI), Vidulfo Rosales afirmó que «los padres esperarán al siguiente informe para ver los nuevos avances y tener datos más concretos de qué fue lo que sucedió y dónde se encuentran los 43 normalistas de Ayotzinapa».

Alrededor de las 19:00 horas la marcha llegó a la Basílica de Guadalupe, donde ya había dado comienzo la misa. Los padres ocuparon un lugar específico y estuvieron apoyados por numerosos participantes, que portaban las fotografías de los normalistas desaparecidos, mantas de denuncia, imágenes de la Virgen de Guadalupe, se escuchó el acostumbrado «pase de lista» y las respectivas consignas, que retumbaron dentro de este recinto religioso.

Al finalizar esta misa uno de los sacerdotes salió al encuentro de los padres. Algunos de ellos, junto con personas que los acompañaban, les cuestionaron la actuación de la Iglesia y su silencio ante los hechos durante los 15 meses desde la desaparición de sus hijos, a lo que respondieron «hay que saber perdonar como lo dicen las Escrituras. No nos resignemos a este tipo de injusticias».

Por Perseo Greco

El Ciudadano