Mientras se realizaba una limpieza de pozo en Leyda, San Antonio, fue encontrada una enorme Rana Chilena. El particular ejemplar que midió casi 40 cms de largo (cabeza-cola) y pesa 1.200 gramos, es un ejemplar enorme comparado otros que se encuentran en la zona central chilena que llegan a pesar entre 400 y 800 gramos y, en forma excepcional, hasta 1.000 gramos.
La rana chilena conocida científicamente como Calyptocephalella gayi, es el más grande los anfibios chilenos y el tercero más grande del planeta, pero se encuentra en serio Peligro de Extinción. Y si bien su distribución geográfica es desde Valparaíso a Puerto Montt, con un pequeña población en la zona de Coquimbo, sus poblaciones son cada vez menos numerosas y es cada día más difícil de ver y de escuchar, pues en el pasado reciente era característico su croar en cuanto charco, estero, laguna y río había en la zona central de Chile.
Su disminución y su categoría de Peligro de Extinción se debe principalmente a la caza y captura para consumo ilegal humano en restaurantes y espacios particulares. A ello hay que sumarle el sobreuso y consumo del agua de los humedales de Chile central, los que en gran parte han desaparecido o se encuentran con sus cursos secos o disminuidos al mínimo nivel, principalmente por el uso agrícola, ganadero, silvoagropecuario y riegos de hortalizas, vides y frutos en general.
A esto hay que agregarle los incendios forestales, contaminación de los cursos de agua con residuos agrícolas, industriales y domésticos, la competencia y posible predación de sus larvas por la rana o sapo africano de garras (Xenopus laevis) introducido por el Hombre y su negligencia en los humedales. Esto, ahora con graves consecuencias de una especie que se reproduce mucho más rápido, con miles y miles de crías y que es un gran oportunista y veloz colonizador de territorio. Por si todo esto fuese poco, la desaparición de la Rana Chilena se ve afectada por las sequías y el calentamiento global.
Si bien la rana chilena se encuentra protegida por la ley de Caza 19.473 y su Reglamento, sus números -lejos de aumentar- parecen disminuir cada vez más. Por ello la importancia del descubrimiento de este enorme ejemplar, el que una vez capturado, observado y fotografiado fue resguardado y liberado más tarde en el mismo lugar, dándose el aviso al Museo de Historia Natural e Histórico de San Antonio, MUSA.
A fines de la década del `70 se encontró un ejemplar de similares características en El Monte, cerca de Melipilla, y en 2004 se encontró un ejemplar de 1.300 gramos enredado en una red de pesca ilegal en la Laguna Matanzas, humedal El Yali.