Este lunes se cerró un acuerdo histórico entre Corea del Sur y Japón por una de las disputas históricas heredadas de la Segunda Guerra Mundial y que desde entonces tensionó las relaciones entre ambos países.
El pacto cerrado hoy día entre los dos países, ambos aliados de Estados Unidos, tiene que ver con las denominadas “mujeres de confort”, un eufemismo utilizado para referirse a las más de 200.000 mujeres que el ejército japonés convirtió en esclavas sexuales durante el conflicto internacional.
«Mujeres de confort» escuchando el anuncio del acuerdo / FOTO: REUTERS
El gobierno nipón se comprometió a pagar una compensación económica de más de 8 millones de dólares a las víctimas, de las cuales sólo 46 siguen hoy con vida en Corea del Sur.
Más allá de las contrapartidas ofrecidas, el acuerdo tiene un gran valor simbólico porque representa el reconocimiento oficial de Japón como responsable de la tragedia vivida por las mujeres surcoreanas. El ministro de Relaciones Exteriores japonés, Fumio Kishida, aseguró que el primer ministro del país, Shinzo Abe, “expresó su disculpa de todo corazón y su arrepentimiento a todas las mujeres que sufrieron heridas físicas y sicológicas que serán muy difíciles de guarir y que experimentaron tanto dolor como ‘mujeres de confort’”.
Corea del Sur venía reclamando una disculpa pública y una compensación económica desde hacía años. Con el paso de hoy, Japón cede finalmente a la petición coreana y reconoce la versión de la historia que ya había sido aceptada por los organismos internacionales.
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