Cambios en el Mapa de la Extrema Riqueza

Durante mayo se registraron cambios de propiedad en varias actividades de gran importancia

Cambios en el Mapa de la Extrema Riqueza

Autor: Director

Durante mayo se registraron cambios de propiedad en varias actividades de gran importancia. Piñera inició el traspaso de su control de Chilevisión -no realizado a la fecha- y cuya frecuencia pertenece a la Universidad de Chile, que tiene la responsabilidad jurídica de sus trasmisiones. La Universidad, para cumplir su función nacional, debería recuperar la concesión que le pertenece o a lo menos preocuparse de que las transmisiones no entren en contradicción con el papel que le corresponde desempeñar. Los conflictos de interés de Piñera no desaparecen con este traspaso.

Paralelamente, Empresas Copec al adquirir Terpel iniciará su internacionalización en distribución de combustibles, como ya lo hace con la celulosa, sector en el cual es uno de los principales actores globales. Todo indica que Copec se desprenderá de la propiedad en la filial chilena de Terpel, por el elevado grado de concentración que alcanzaría. Eso abriría la posibilidad de Enap para ampliarse a la distribución de combustibles en el país, que ha contado siempre con la oposición de recalcitrantes sectores defensores del papel subsidiario del Estado.

Finalmente, Sebastián Piñera, a través de su empresa de papel Bancard Inversiones, dio a conocer que se había suscrito la promesa de compraventa con Linzor Capital Partners por las 220 millones de acciones de Chilevisión (CHV), que equivalen a la totalidad de su propiedad. El traspaso se materializará recién en un plazo de dos meses, luego de las auditorías legal y financiera, las cuales establecerán el precio definitivo a cancelarse que se ubica entre los US$130 millones y US$140 millones, según los trascendidos existentes. Bancard dio a conocer que en la inversión participarán seis ejecutivos de la estación televisiva, que fueron encabezados en las conversaciones por su actual director ejecutivo, Jaime de Aguirre, y su gerente general, Mario Conca. Los actuales directivos destacaron, en entrevistas de prensa, que “la organización ejecutiva no cambia en nada” y “no habrá cambios editoriales ni programáticos”. “Ahora – agregaron – Linzor va a formar al directorio del canal”. En otras palabras continuará el mismo equipo directivo que existía con Sebastián Piñera.

Bancard comunicó, además, que al vendedor (Sebastián Piñera) le significará un pago de impuestos fiscales por un monto superior a los US$24 millones, sin dar a conocer las utilidades obtenidas en la operación. La transacción se concordó en un monto no dado a conocer oficialmente, Piñera adquirió en 2005 CHV en un monto aproximado a los US$24 millones. La rentabilidad lograda con su inversión es elevadísima.

Piñera, se vio obligado a vender su participación controladora en Chilevisión, la demora en hacerlo le significaba costos políticos crecientes. Desde luego de imagen. Pero también para adoptar decisiones en el sector, permaneciendo incluso pendientes nominaciones en TVN y en el Consejo Nacional de Televisión. El diario La Tercera informó que Piñera en una reunión con el máximo directivo de Renovación Nacional, Carlos Larraín, le señaló que al desprenderse de CHV le permitía desbloquear proyectos televisivos sin ser acusado de conflictos de interés (15/05/10). La proximidad del mensaje presidencial del 21 de mayo le llevó a adelantar el anuncio.

En verdad, la propiedad de la frecuencia televisiva pertenece a la Universidad de Chile, estando entregada en usufructo a CHV. “Como propietario (…) la Universidad de Chile tiene la responsabilidad jurídica por las transmisiones –señala Eduardo Dockendorff, director del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad- que por intermedio de ellas se efectúan. (…) la Universidad de Chile –agregó- no puede desatenderse de la calidad de las emisiones, especialmente de aquellas disonantes con la condición pública del titular de la comisión, por ejemplo en aquellos de carácter formativo o informativo” (20/05/10). Esta función no la cumplió durante los años en que CHV estuvo entregada en usufructo a Sebastián Piñera. Es el momento que la desempeñe para garantizar que sus emisiones se correspondan con el papel de universidad nacional que tiene la Casa de Bello. La Universidad de Chile entregó la frecuencia por sus problemas financieros.

¿Quedan así superados los conflictos de interés de Piñera? Están equivocados quienes piensan que por haber vendido participación en algunas sociedades y no figurar en los directorios o nóminas de accionistas de otras dejó de tener conflicto de intereses y su riqueza desaparece. En verdad sólo cambia de forma y en teoría dejó de manejarla directamente. “Estos recursos –declaró Piñera en entrevista de Prensa- están siendo administrados por un equipo de profesionales” (23/05/10) y, desde luego, le siguen perteneciendo. En lo principal, como en años anteriores, seguirá corriendo la suerte de las fluctuaciones en los activos financieros, fuertemente influidos por quienes manejan los grandes movimientos de capitales. Luego del terremoto, Piñera constató: “definitivamente Chile es hoy un país más pobre que semanas atrás” (13/03/10). En cambio, si prevalece la especulación financiera al alza, Piñera es más rico.

La venta fue efectuada al ascendente fondo de inversiones Linzor Capital Partners, conformado por ex personeros del banco de inversiones norteamericano JP Morgan, constituido en 2006 inicialmente por Tim Purcell y Carlos Ingham, a los cuales se sumó posteriormente Alfredo Irigoin. Purcell trabajó en JP Morgan durante veinte años desde 1986. “Tanto Purcell como Ingham – ha recordado El Mercurio – han sido cercanos al grupo Angelini en Chile, dado que desde JP Morgan participaron en muchas transacciones que este conglomerado económico concretó” (15/05/10). Estos vínculos subsisten. Purcell y Ingham son directores en las empresas de seguros del grupo: Cruz del Sur AGF y Cruz del Sur Compañía de Seguros de Vida. El primero también está en el directorio de Celulosa Arauco.

En los últimos años Linzor Capital ha efectuado varias operaciones. En 2007 adquirió la cadena de cines Hoyts. Luego ingresaron a Cruz Blanca, donde actúan en alianza con el Grupo Said, que cuenta con tres clínicas en el país: Reñaca, Antofagasta y Arica, y se asociaron con el Grupo Hurtado Vicuña para adquirir la Universidad Santo Tomás, fundada en 1975, que tiene presencia en diferentes segmentos educacionales: universidad, instituto profesional, centro de formación técnica y colegios de educación básica y media. Es decir, Linzor Capital ha construido entendimientos en sus actividades con diferentes grupos económicos nacionales. El fondo se proyecta internacionalmente. En marzo pasado, adquirieron junto a socios, el 100% de la AFP colombiana Colfondos.

Linzor Capital, para actuar en una nueva esfera de negocios, se asoció con ejecutivos de CHV, que trabajaron estrechamente desde su adquisición con Sebastián Piñera, encabezados por su director y su gerente general. Los seis ejecutivos que se incorporan a la propiedad del canal tendrán al comienzo un porcentaje del orden de 2%. Luego ejercerán en opciones de compra de acciones, con un precio que quedará establecido, lo cual se ha informado les permitiría alcanzar en cinco años a cerca de un 7% de participación.

CHV no fue el único traspaso de propiedad que hizo noticia durante mayo. A mediados de mes, Empresas Copec –el mayor conglomerado existente en la economía chilena-, a través de su filial Copec Combustibles, internacionalizó su negocio de distribución al llegar a acuerdo -luego de una larga negociación, que duró entre siete y ocho meses- con el fondo buitre de inversiones norteamericano Ashmore Energy International (AEI) para pasar a tener una posición controladora en la Organización Terpel S.A. en Colombia, que participa en la distribución de combustibles en cinco mercados además de Chile: Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y México. En Colombia, Terpel tiene el 80% de sus activos, con una presencia de mercado en la distribución de combustibles de 36,9%, poseyendo 972 estaciones de servicio.

“El acuerdo es resultado del proceso de enajenación del paquete accionario de Terpel –informó AEI-, a través del control de dos compañías en cascada (Proenergía y SIE), que estaban controladas por AEI (…)”. AEI Colombia Investments y AEI Colombia poseen el 47,2% de la propiedad de Pronergia, lo cual a su vez tiene el 52,13% de la Sociedad de Inversiones de Energía (SIE), propietaria última de Terpel. La operación se cerrará con un desembolso cercano a los US$240 millones, que subirían a sobre los US$500 millones si se lanza una OPA para aumentar la participación en Proenergía.

Anacleto Angelini, que formó el grupo económico controlador de Empresas Copec, se opuso a que la empresa competiese por la red de estaciones de servicio que la norteamericana Esso poseía en Argentina. El año pasado, en cambio, el grupo reconoció abiertamente su deseo de internacionalizarse en la distribución de combustibles . Ahora procede a hacerlo. “Esta compra –manifestó el gerente general de Copec, Lorenzo Gazmuri– es un paso muy significativo en la (…) aspiración de internacionalizar a nuestra compañía” (15/05/10).

La operación se concretará en un lapso que se estima durará entre cuatro y seis meses resguardando, manifestó Gazmuri, “la total autonomía en la administración de Terpel Chile”, para la cual propuso diferentes opciones a la Fiscalía Nacional Económica. Terpel ingresó a Chile al adquirir en US$210 millones las 206 estaciones de servicio de la española Repsol YPF. La “autonomía” se transformó en una necesidad por la oposición que podría encontrar en las estructuras antimonopólicas el control de la filial chilena de Terpel, por la elevada participación que ya tiene Copec en el mercado nacional en la distribución de combustibles líquidos, de 63,6% según estadísticas de diciembre del año pasado, porcentaje que aumentaría a cerca de las tres cuartas partes del total si se toma su control.

“Copec –manifestó la empresa en un comunicado– adoptará o instará a que se adopten todas las medidas necesarias para asegurar la absoluta independencia y autonomía de ambas compañías (Copec y Terpel) en el mercado nacional. Además –se añadió-, Copec hará las gestiones necesarias para prescindir de su participación indirecta en Terpel, tan pronto como sea posible” (15/05/10). La operación para concretarse requiere la autorización de los organismos antimonopolio. De efectuarse la venta de Terpel Chile se producirán modificaciones en el mapa sectorial que tiene como otros actores a la angloholandesa Shell y a la brasileña Petrobras, que reiteradamente ha hecho pública su intención de incrementar su presencia en el país.

Entre los posibles adquirientes se ha mencionado a Enap. El ministro de Energía, Ricardo Raineri, que preside el directorio de Enap, expresó que “la distribución minorista de combustibles es un negocio atractivo” (20/05/10). Pero añadió insistiendo en una formulación reiterada del Gobierno, “primero se tienen que cumplir (…) condiciones, que es el cambio del gobierno corporativo y el ingreso de capital privado” (21/05/10). Enap participa en la distribución de combustibles en Perú y Ecuador, a través de la empresa Primax, donde tiene una participación de 49% en sociedad con el grupo peruano Romero.

La incorporación de Enap a la distribución de combustibles en el país es un paso lógico. Es una alternativa ya planteada con anterioridad y contó con el rechazo de quienes preconizan que el papel del Estado debe ser subsidiario y no incursionar en campos que pueden cumplir los privados. Durante los gobiernos de la Concertación no se aprovecharon las posibilidades que existieron. Petrobas y Shell, que son grandes productoras mundiales, participan en Chile en distribución. Nada justifica que Enap no lo haga, salvo el ideologismo de sectores con gran presencia en la administración Piñera. Desde luego, Copec –que tiene una posición hegemónica en el mercado- se opone a esta posibilidad.

En 2009, Terpel Chile efectuó ventas por US$905,1 millones, con una participación de mercado de 14%, según su memoria anual. La adquisición de Terpel constituye otra demostración de la importancia asignada por los grupos económicos chilenos al mercado colombiano. Durante el año, Gasco –perteneciente al holding CGE– adquirió los activos de Plexa por US$17 millones. Luego LAN, del Grupo Cueto, constituyó una sociedad con AerOasis, considerada la base para establecer a futuro Lan Colombia. En Terpel, un 63% de sus ventas en 2009 fueron efectuadas en Colombia, siguiendo en importancia Chile, donde posee Gazel, distribuidora en Santiago de gas natural vehicular (GNV).

Terpel: Ventas y participación de mercado por país (2009)

(Fuente: Memoria anual Terpel. En millones de dólares y porcentajes de mercado)

País            Ventas   %       País         Ventas   %

Colombia 3.232   36,9    Panamá     290   8,5

Chile (*)    1.483    14,0   Ecuador    126  13,4

(*) Incluida Gazel

Colombia se ha transformado en uno de los destinos preferentes de los capitales chilenos en el extranjero. En 2009 ocupó el cuarto lugar con US$369,4 millones, monto que en el presente año se superará largamente. En 2007 y 2008, según las cifras de la Direcon, había sobrepasado los US$400 millones.

De esta manera, Angelini profundiza su proceso de internacionalización, que es un camino seguido por todos los principales grupos económicos chilenos. El país les queda chico. Su inserción en la región las ha materializado a la fecha principalmente a través de Celulosa Arauco, la mayor empresa chilena del sector forestal, con presencia en Brasil, Uruguay y Argentina, ocupando el segundo lugar en el ranking sectorial mundial, donde tiene también una participación muy elevada el grupo Matte, a través de su división CMPC Celulosa.

Poco después, el grupo mexicano Casa Saba (GCS) informó de un acuerdo con José Codner, poseedor del 51,1% de las acciones de Farmacias Ahumada (Fasa), para la toma de control de la cadena farmacéutica. El traspaso es un coletazo de la colusión reconocida durante 2008 con las otras dos grandes cadenas existentes en el país: Cruz Verde y Salcobrand.

Fasa es la mayor cadena farmacéutica latinoamericana, con operaciones en Chile, Perú y México. Casa Saba, encabezada por el empresario Manuel Saba Ades, ya está presente en el sector. Su actividad principal es la distribución mayorista de medicamentos. La filial mexicana de Fasa, Farmacia Benavides, está entre sus diez clientes más importantes. En los últimos años entró al comercio farmacéutico minorista en los más grandes países de la región, Brasil y México. El año 2008 adquirió las farmacias Drogasmil en Brasil. Igualmente hizo otro tanto con la cadena ABC en Monterrey (México). Sus ventas anuales pasarán a superar los US$4.000 millones anuales, contando con cerca de 1.500 locales en la región. Casa Saba efectuará una Oferta Pública de Acciones (OPA) por los restantes títulos de Fasa, que pertenecen en un 20% a Falabella, 11,8% a AFP, 10,9% a fondos de inversión, 2,6% a corredores bursátiles y un 1,1% a compañías de seguros. El total de Fasa fue valorado en US$475 millones, de adquirirse el conjunto de títulos cubiertos por la OPA, además se hará cargo de deudas ascendentes a US$162 millones.

GCS financiará la operación con recursos propios y créditos proporcionados por el banco HSBC. La operación debe ser aprobada por las autoridades antimonopolio mexicanas, dado que Farmacias Benavides, la filial de Fasa en el territorio azteca, es muy fuerte en algunas zonas de ese país. La aprobación por la Comisión Federal de Competencia mexicana es previa a que se lance la OPA en Chile.

Los hechos muestran que el proceso de internalización lo viven también grupos económicos de otros países latinoamericanos. Ello conduce no sólo a que salgan capitales nacionales desde Chile sino que al mismo tiempo ingresen otros procedentes de diferentes países de la región.

Por Hugo Fazio

El Ciudadano


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