Martín Lanatta, Cristian Lanatta y Víctos Schillaci se fugaron el domingo pasado del penal bonaerense de máxima seguridad de General Alvear. Los tres habían sido condenados por el triple homicidio relacionado con el tráfico de la efedrina llevado a cabo en 2008. Lanatta, a su vez, fue un elemento de peso durante la campaña a gobernadora de María Eugenia Vidal por el Frente Cambiemos: antes de las elecciones PASO, Lanatta acusó por televisión al entonces candidato por el Frente Para la Victoria, Aníbal Fernández, de ser el autor intelectual del asesinato de las víctimas del Triple Crimen cuyos cuerpos fueron encontrados en General Rodríguez. Esta denuncia, hasta ahora, no ha sido comprobada por la Justicia.
Ante la fuga, la gobernadora María Eugenia Vidal reaccionó con la remoción de la cúpula del Servicio Penitenciario Bonaerense, inició una investigación interna y ofreció una recompensa de dos millones de pesos por información sobre los prófugos. Además, omitió cualquier tipo de opinión acerca de la conexión que hace el kirchnerismo entre los dichos de campaña de Lanatta y la fuga de la cárcel de máxima seguridad, una «devolución de favores».
La versión oficial de la metodología de fuga es digna de una película de Hollywood: los presos habrían maniatado a dos guardias y luego los ocultaron en uno de los baños. Caminaron por los pasillos con ropas oscuras -del mismo tono que la de los agentes penitenciarios- y caminaron hasta el exterior, donde se subieron al Fiat 1 de uno de los guardias y condujeron hasta un barrio cercano. Allí recibieron ayuda de los vecinos.
En ese Fiat 1, los investigadores encontraron un arma de juguete, una réplica de un arma de fuego, que habría sido la utilizada para amenazar a los penitenciarios.
De acuerdo a Página/12, fuentes judiciales advirtieron sobre lo inverosímil de esta información: «Es imposible que tres tipos se escapen por el frente a las 2 de la mañana”.
Además de la remoción de la cúpula del SPB y la investigación interna, se estableció que los familiares de las víctimas tengan custodia permanente.
La gobernadora, además, en conferencia de prensa relacionó el escape con la promesa de campaña de Mauricio Macri de derrotar el narcotráfico, con la administración penitenciaria de la gestión anterior -cabe destacar que la ex jefa del SPB, Florencia Piermarini, había presentado su renuncia el miércoles 23 de diciembre, pero no fue aceptada-, y con los planes para declarar la emergencia del SPB: «La fuga es una consecuencia y un costo de la lucha contra la corrupción y el narcotráfico que inició este gobierno desde el primer día. No los voy a defraudar”.
Por su parte, Aníbal Fernández declaró: «Más vale que los capturen vivos y vuelvan a la cárcel porque, si no, los responsables serán Vidal y su ministro de Seguridad, Ritondo». Y agregó que “a Lanatta y sus cómplices se les prometieron cosas por la operación mediática eje de la campaña de Cambiemos, y se las tienen que cumplir”. También dijo que “estos tipos ‘fugados’ son asesinos, que formaron parte de la campaña, junto con el actual gobierno”.
«Más le vale que tanto la gobernadora Vidal como sus ministros se responsabilicen de devolverlos vivos a la cárcel. Por fin nos enteramos cuánto cobraron los Lanatta por la falsa denuncia que llevó a Vidal a la provincia”, sostuvo Fernández.
Triple Crimen de General Rodríguez
En agosto de 2008 un triple homicidio con aires de venganza mafiosa conmocionó al país: tres jóvenes empresarios que se encontraban desaparecidos desde hacía pocos días, fueron hallados asesinados a la vera de un camino de tierra la altura del kilómetro 11 de la ruta 6 en General Rodríguez. Dos de las víctimas pertenecían al negocio de los medicamentos y el tercero tenía contactos en la Aduana. El triple crimen terminó siendo vinculado con el tráfico de efedrina hacia los carteles mexicanos.
Sebastián Forza (34), junto con su esposa, eran dueños de una droguería llamada Sanfor Salud. Durante la investigación, se descubrió que Forza estaba relacionado con el narcotraficante mexicano Jesús Martínez Espinoza, acusado de elaborar drogas de diseño -para las cuales se utiliza efedrina- en una quinta de Ingeniero Maschwitz.
Damián Ferrón (37) trabajaba en la farmacia del ex policía devenido en empresario del rubro farmacéutico, José Luis Salerno.
A su vez, Salerno fue uno de los entrevistados por el show televisivo Periodismo Para Todos conducido por Jorge Lanata, en la casa de la dirigente política antikirchnerista Elisa Carrió, que señaló a Aníbal Fernández, en ese momento candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires, como ideólogo del triple crimen.
De acuerdo a Salerno, Aníbal Fernández sería uno de los líderes de una banda narco que traficaba efedrina. Luego, Salerno se desdijo ante la justicia Federal y adujo las declaraciones televisivas para obtener “favores”.
La tercera víctima, Leopoldo Bina (35) se desempeñaba como publicista en Anuario Portuario.
El fiscal Juan Ignacio Bidone, determinó que el 7 de agosto de 2008 Forza, Ferrón y Bina se reunieron en un Walmart de Sarandí con Martín Lanatta, supuestamente para hacer contacto con un cliente interesado en comprar efedrina.
Luego, las tres víctimas fueron engañadas por Lanatta, su hermano Cristian, y los también hermanos Marcelo y Víctor Schillaci, para llevarlos a una casa en Quilmes, en donde los habrían torturado y luego asesinado. Los cuerpos habrían sido guardados en una cámara frigorífica y después arrojados en el zanjón de General Rodríguez.
En 2012, los hermanos Lanatta y Schillaci fueron condenados a cadena perpetua por el triple crimen, mientras que el supuesto jefe narco, Esteban Pérez Corradi, continúa prófugo.
Martín Lanatta era el gestor de una sociedad montada para traficar efedrina a México. Una semana antes de las elecciones PASO de este año, en el programa Periodismo Para Todos, Lanatta, desde la prisión perteneciente al SPB, acusó a Aníbal Fernández de ser el ideólogo del triple crimen. Según Lanatta, el ex jefe de Gabinete Aníbal Fernández habría recibido 250 mil pesos de parte de Forza para que la policía lo dejara tranquilo, y luego, habría mandado a asesinar a los tres empresarios por ser competencia en los negocios narco.