Con la fuerte idea de lograr concretar los planteamientos del conocimiento y recuperación de las costumbres de nuestro principal pueblo originario, un grupo de paillaquinos se puso la meta de armar una agrupación mapuche local. La idea es crear una comunidad urbana que, además de contribuir en los planes mencionados, busque ayudar a sus integrantes a obtener beneficios tales como becas y subsidios.
Según nos cuenta Otilia Huentrutripai, presidenta de la asociación indígena Rayen Ko: “Hay muchos beneficios de los que la gente mapuche-hulliche no tiene idea. También ocurre que hay un desconocimiento de saber que se tiene el apellido y hay muchas personas a las que les avergüenza tenerlo. La gente tiende a unirse más cuando hay un fin común, una razón por la cual luchar”.
Dentro del grupo gestor de la iniciativa, se encuentran dos concejales paillaquinos, Ramona Reyes y José Aravena. Este último comentó que “hay mucha gente que estaba interesada en participar y no sólo a nivel de ciudad, sino también en otras comunidades. También me parecía injusto para todos los que tenemos el sentimiento mapuche, que sólo las comunidades fueran partícipes de la recuperación de la cultura”.
Sin embargo la tarea no ha sido fácil. El mismo Aravena agrega que “cuando pedí información me sentí un poco tramitado. Es un trabajo que tiene un grado de dificultad alto. Me puse en contacto con el consejero nacional mapuche Santos Millao y con otros dirigentes indígenas, como Emilia Nuyao, los que nos dieron todo su respaldo”.
De hecho se han realizado algunas reuniones masivas, las que han contado con la presencia de estos consejeros de la Conadi y con la participación de personas del campo y la ciudad.
La asociación indígena Rayen Ko (flor del agua) comenzó a funcionar a partir de la segunda mitad del mes de abril, con su directiva ya constituida y su pertinente personalidad jurídica.
La concejala Ramona Reyes nos comenta que “estamos apoyando la organización de los pocos mapuches que quedan en Paillaco. El año pasado se formaron tres comunidades rurales: la Eulalio Cañulef, del sector Santa Filomena; La Luma, del sector homónimo y la Millapán Naguil, de Itropulli”.
Pero estas no son las únicas organizaciones mapuches que habría en la comuna. Están las lamgen de la comunidad Antiñir Ormero -quienes recuperaron tierras a través de la Conadi, ya que fueron desalojadas de la costa de Osorno en la época de Pinochet y ahora viven en Santa Filomena-; y también existe la comunidad de Chapuco, en Reumén.
Sin embargo, Otilia Huentrutripai señala que los habitantes mapuches de la ciudad presentan diferencias con los de las zonas rurales: “Nuestro interés no tiene que ver con solicitar, por ejemplo, subsidios de tierra. Podemos contribuir a que se recupere parte de la cultura, desde lo que es organizarse en comunidades, hasta el uso del vocabulario. Pienso que debemos, como mapuches y simpatizantes, juntarnos y trabajar unidos”.
Jorge Quagliaroli