Demasiadas muertes de inocentes producto de la guerra y sus nefastas consecuencias son el saldo de un trágico devenir que no se detuvo el 2015. La industria armamentísticas y el comportamiento de potencias militares de países como Estados Unidos, Israel e Inglaterra los principales coludidos para matar por motivos económicos asociados al control de materias primas.
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Han participado de dicho cometido, en menor medida, potencias como Francia, Alemania, España e Italia, cooperando al imperio anglo. Infundiendo temor a partir de la articulación armada de una célula bautizada como el Estado Islámico (EI), descolocan al mundo, las personas y hasta a analistas internacionales que buscan dar respuesta a la problemática.
Haciendo uso de la fé y motivación religiosa de personas de Medio Oriente, Occidente les motivó para alentarlos al combate, hicieron ingreso misiones que luego dieron armas de fuego a estás personas, creando así un enemigo con convicciones peligrosas e ideales para justificar el traslado de portaviones, tropas, y material bélico hasta la zona, donde están la reservas más grandes conocidas de petróleo del mundo. Esté grupo creado por la inteligencia al servicio de los sedientos de oro negro, ha mutado de nombres ISIS, EI, Daesh, pero su objetivo es el mismo, desestabilizar los regímenes en medio oriente, con la ayuda de la casa Saudi.
La islamofobía ya creada a partir del 11 de septiembre norteamericano, se acrecentaría, mediante distintas estrategias del imperio, tras el triunfo democrático de los hermanos musulmanes en Egipto. (explicación más adelante).
Antaño y no estando el mundo tan interconectado para reportar los sucesos en los territorios, la guerras creadas por el imperialismo anglosajón contra otros Estados soberanos, las emprendían sin disimulo siendo ejemplos de ello Kuwait, y la guerra del Golfo Pérsico con su socio Saddam Hussein, a quien luego derrocaría y asesinaría.
Anterior y peor, en cantidad de muertos que llegó al millón de personas, es la guerra Irak-Irán, donde Irak atacó con armas bactereológicas causando malformaciones hasta la fecha a la población y no recibió sanción alguna de Estados Unidos, quien la protegió ante Naciones Unidas sin haber resolución en su contra.
Esta guerra de la que en Sudamerica llegó, muy poca información y recortada para entonces, se realizó en la década de los 80 y podría ser considerada como el inicio de una Tercera Guerra Mundial que no ha terminado hasta hoy.
Más recientes son las guerras contra Afganistán, donde el negocio del opio les era atractivo, y se trasladó el combate con el fin de desarticular a Al-Qaeda y su cabeza Osama Bin Laden, quien se sabe fue entrenado por la CIA, hombre a quien finalmente asesinaron mientras Hilary y Obama presenciaban la acción militar remotamente desde la Casa Blanca.
Ya sea en nombre de la democracia, de la paz, combate a las drogas, contra el terrorismo, la inteligencia del imperio ha utilizado el tema de los derechos humanos para cometer las peores violaciones contra estos mismos.
La sanciones de Naciones Unidas, entre creado para velar por el “bienestar mundial”, no las obedecen ni USA ni Israel que lleva años de incursiones de masacre al pueblo palestino.
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El despertar ciudadano y el triunfo de los hermanos musulmanes en Egipto, sería algo que desesperaría a los Estados Unidos e Israel. Desde abajo y mediante democracia real los hermanos musulmanes con Mohammed Mursi a la cabeza, lograban la presidencia, pero éste sería víctima de un golpe de Estado.
Miles de ONGS anglo se desplegarían entonces en la zona para recoger el espíritu democrático que había surgido en Egipto, y llevar una semilla mutada en sus laboratorios de inteligencia a países de la zona donde gobernara un Estado de corte Islámico, pintarlo de dictadura y destruirlo sin importar el orden cultural existente.
Siria también sería víctima, y la prensa corporativa pro capitalismo, se encargaría de esparcir que las células de disidencia violenta y terrorista al interior de estos países se hacía llamar Estado Islámico.
Curiosamente el mal llamado EI, nunca atacaría a Israel. Curiosamente Arabía Saudita, socio petrolero del imperio anglo sería sorprendido entregando recursos al EI y a su preferido en Siria abatido en el reciente diciembre de 2015, Zahran al Alush. Sorprendentemente Rusia decidió tomar cartas en el asunto ante la “inefectividad” de Estados Unidos para terminar con su propia creación que con el pasar de los días solo conseguía más y mejores armas.
La decisión de Putin de intervenir, creó una tensión entre Washinghton y Moscú que no se veía desde la crisis de los misiles (Cuba) en 1962. La tensión que se desata en la zona entre Turquía y Rusia, se acrecienta.
A la misión por desarticular al grupo terrorista que opera hoy fuertemente en Siria e Irak , sumaría sus esfuerzos Teherán (Irán). Ya eran demasiados los muertos en Siria, como también millones las personas que huían en busca de refugio hacia Europa.
Triste ha sido también la historia de devastación sufrida por el pueblo africano, a manos del imperio anglo, donde Europa tiene también mucho que reparar.
México sufre con el narco, también Colombia. Perú es una zona donde hay un pacto de silencio como el que lograron en Chile, tras el golpe de Estado, la muerte del presidente Salvador Allende y la de miles de personas torturadas y desparecidas hasta el día de hoy.
Y es que Chile también ha sido una nación cómplice que ha contribuido desde la pérdida del orden democrático(1973), con mayor fuerza a la industria de las armas y la muerte. Prueba de ello es su exportación de fósforo, metales y otros que se convierten en balas, pero nadie sigue la pista de ello, y altos mandos activos y en retiro de las Fuerzas Armadas lo tienen más que claro, también las empresas explotadoras del mineral.
Es entonces que desde nuestra humilde tribuna que es El Ciudadano y creyendo hoy es posible desde lo local, tratar temas de orden global en miras de construir una mejor sociedad, que ponemos en evidencia, los temas que se quieren dejar bajo la alfombra para formar conciencia desde abajo y de paso quienes detentan el poder se den cuenta de la enfermedad creada a sazón de un capitalismo desmesurado, que sólo ha desatado una cultura de la muerte, en vez de propiciar una en pos de la vida.
Notamos que pese a lo malo, algo está cambiando, creemos y confiamos en que el ser humano elevará su conciencia y no la degradará. Sabemos que hay grandes mujeres y hombres sabios por todo el globo y que su organización y reunión para nuevos y grandes acuerdos debe darse con prontitud.
La coaliciones que se crean en los últimos días para el combate al terrorismo, deben demostrar que no lo propician. Los Estados hasta ahora se han demostrado incapaces de frenar las muertes de millones de inocentes.
Por ello y a modo de propuesta, tal vez se hace necesaria una gran reunión de los religiosos supremos si esta fuese una guerra religiosa y no por recursos naturales. Los pueblos del mundo ya nos hemos manifestados por décadas por un NO a la guerra, ahora es su turno del actuar de las siguientes autoridades religiosas y mancomunadamente.
Una cita del Papá Francisco, el Ayatolá Jamenei, el Rabanut HaRashi (aunque para el judaísmo no exista una autoridad superior como en el catolicismo) , Cirilo I de la iglesia ortodoxa Rusa, el gran muftí de Arabia Saudita Abdulaziz al Asheikh.
Y quienes hagan falta para celebrar un gran reunión que terminen con un gran concilio por el fin a la guerra y la comunicación pertinente a quienes se coluden para matar en pos de obtener recursos naturales para seguir imprimiendo dinero manchado de sangre.