El prototipo de traje espacial diseñado para explorar Marte, recientemente se sometió a una serie de pruebas y controles en el Centro Espacial Kennedy, en Cabo Cañaveral, y fue seleccionado con el fin de que los astronautas lo usen en los primeros vuelos hacia ese planeta.
El traje, denominado NDX-1, fue probado con anterioridad en diferentes condiciones de ambiente en el suroeste de Estados Unidos, Australia y en la Base Antártica Marambio, y es obra de Pablo de León, quien hace 20 años trabaja como ingeniero espacial en Estados Unidos y fabricó el prototipo con un subsidio de la NASA.
El proceso de pruebas ha sido calificado como «exitoso» por la Asociación Argentina de Tecnología Espacial (AATE), como se difundió en un comunicado.
Jack Fox, jefe de Ciencia y Tecnología de la División de Proyectos del Centro Kennedy, manifestó su satisfacción por recibir al equipo NDX-1: «Nuestro laboratorio es una instalación única en su tipo y estamos contentos de trabajar con un equipo de avanzada en esta tecnología, que a la larga podrá beneficiar a la NASA y los futuros exploradores de Marte».
Esta semana, los investigadores llegaron a Florida para experimentar con el NDX-1 en el Laboratorio de Regolito Lunar Simulado; una cámara especial que permite realizar pruebas en condiciones similares a las de otros planetas, informó la AATE. Allí hay un suelo con la misma textura del polvo lunar, comparable con los materiales que existen en suelo marciano.
Debido al uso de materiales modernos y ligeros, la indumentaria está destinada a ser una máquina autónoma que podría proteger a los astronautas de la fría atmósfera de Marte y de sus tormentas de polvo. El investigador argentino aclaró que «un traje espacial es, en realidad, una nave espacial en miniatura, ya que debe contener los mismos sistemas que una nave, sumando movilidad y comodidad para el astronauta”.
Las pruebas en el Centro Espacial Kennedy compararán al NDX-1 con un segundo prototipo, cuyas características lo convierten en un modelo más pesado y con una movilidad diferente, pero que ofrece un tipo distinto de protección. Los ingenieros trabajarán en estas diferencias en los diseños, analizando la movilidad, el desplazamiento y la comodidad de los astronautas.
Ll ingeniero argentino señaló que las «pruebas nunca terminan», y que «hasta que sea el momento de congelar el diseño y viajar a Marte» seguirán avanzando en su desarrollo.
Fuente: ID