Dentro del gran abanico que es el Frente Amplio en Uruguay, muchos sabían que Tabaré Vázquez no era lo mismo que «Pepe» Mujica. Algo similar a lo que hubiera ocurrido en Argentina si Daniel Scioli resultaba electo presidente. Sin embargo eso no ocurrió, y quien resultó electo fue el conservador Mauricio Macri.
Ambos presidentes se encontrarán el próximo jueves 7 de enero en la coqueta Estancia Anchorena de Colonia. Dicha reunión consistirá en un almuerzo de carnes, verduras y achuras. La comitiva argentina estará integrada por la canciller Susana Malcorra, el jefe de Gabinete, Marcos Peña y Fulvio Pompeo, además del propio Mauricio Macri.
Según informa el diario La República, en Chile y hace casi un mes, el 7 de diciembre pasado, Vázquez se acercó a Macri que aún no había tomado posesión como presidente de Argentina y le dijo: tenemos que juntarnos para un almuerzo, algo informal. La respuesta de Macri fue afirmativa e instantánea: «claro, tenemos mucho de que hablar.
Cabe destacar que la de este jueves será la primera reunión que Vázquez mantenga con un mandatario argentino en casi 12 años. El motivo es simple: las relaciones con el vecino país se fisuraron durante la primera presidencia de Vázquez entre el 2005 y el 2010 a partir del conflicto por las pasteras.
Esta situación mejoró un tanto con el advenimiento de José Mujica al frente del gobierno uruguayo, aunque nunca terminaron de ser las mejores. El gobierno de Cristina Kirchner, en defensa de la producción de su país, implementó una serie de trabas al ingreso de productos uruguayos, algo que generó malestar en el país oriental.
Según retrata La República, Macri, en aquél fugaz encuentro en Chile, le dijo a Vázquez mientras se saludaban que los dos países deben “recuperar” las relaciones bilaterales porque “Uruguay ha sido muy castigado”. En ese sentido, el diario uruguayo informa que Macri “hizo una lectura correcta de la realidad”, según consideró días después Vázquez que además confesó “confiar” en que con Macri Uruguay “podrá lograr mejor inserción comercial, con apertura al mundo, lo que venimos reclamando desde hace tiempo”.
Así entonces, con dos presidentes que parecen apostar a una economía de mercado con muy poca participación del Estado, los pequeños productores locales y el grueso de la población empiezan a preocuparse al mismo tiempo que ambos mandatarios almuerzan lujosamente en Colonia.