Greenpeace ya habilitó El Esperanza, su mayor embarcación para estudiar el verdadero impacto que tiene el cambio climático sobre los glaciares de la Patagonia chilena. La organización ecologista comunicó que después de arribar en Puerto Montt, El Esperanza se fue rumbo a los fiordos del sur para determinar cuál es el estado actual de los glaciares y su constante disminución de masa.
La coordinadora de campañas de Greenpeace en Chile, Estefanía González, dijo que la información que van a recopilar servirá para determinar la incidencia de las actividades humanas y el cambio climático sobre los cuerpos de hielo de la nación sudamericana.
González señaló que deben asumir el compromiso para protegerlos, aseguró que están hablando de uno de los patrimonios ambientales más importantes del planeta y que lamentablemente Chile no ha sido serio a la hora de preservarlos.
Greenpeace manifestó que El Esperanza va a tomar las medidas de los glaciares Pio XI y Amalia. En este último instalaron dos cámaras fotográficas programadas para tomar siete gráficas diarias durante un mes, la organización también designó a dos glaciólogos y un climatólogos en el grupo científico, para aplicar una técnica inédita en el país en donde podrán determinar el espesor del glaciar.
El sistema de radioglaciología consiste en caminar con equipos de rayos X por sobre la superficie del glaciar y recorrer toda su extensión para poder radiografiar su contorno y así lograr una muestra completa.
Lo complejo de la acción es llegar a ese tipo de lugares, desde la organización manifestaron que es una gran oportunidad, no sólo para ellos, sino también para el avance científico de Chile, esto según la integrante de la misión, Gisella Gacitúa.
El climatólogo de la Universidad de Chile, Pablo Sarricolea, dijo también que el cambio climático sin duda ha tenido bastantes impactos sobre los ecosistemas y la situación a futuro no tiene mucha mejora a la vista, por otra parte explicó que el aumento de las precipitaciones en la zona austral, la disminución de la nieve y el aumento de las temperaturas sí o sí afectará el mantenimiento de los glaciares.