La ONG Campaign Against Arms Trade (CAAT) ha pedido al gobierno británico que condene las ejecuciones de 47 personas en Arabia Saudita y detenga la venta de armas a ese país.
La polémica matanza, que tomó lugar el 2 de enero, generó protestas en toda la región y coincidió con el quiebre del cese al fuego en Yemen. Arabia Saudita reanudó su ofensiva contra esa nación empleando armamento de origen inglés, destaca Andrew Smith.
El primer ministro de Inglaterra David Cameron, desde que llegó al cargo en mayo de 2010, ha autorizado un presupuesto de más de 5,6 mil millones de euros en ayuda militar al gobierno saudí, por lejos el mayor comprador de armas al Reino Unido.
Para Smith, el régimen saudí tiene un largo historial de encarcelamiento de blogueros y represión de disidentes. “A pesar de esto, siempre pueden obtener apoyo sin crítica alguna de países como el Reino Unido, que priorizan el lucro de empresas de armas por encima de los derechos humanos”, afirma.
En diciembre de 2015, CAAT anunció que está analizando con abogados la presentación de acciones judiciales contra el gobierno inglés por las licencias de exportación de arsenales que llegan a manos de la monarquía saudí.
Esto en el marco de numerosos reportes que mencionan el uso indiscriminado – y en violación del derecho internacional – de armas inglesas en el conflicto de Yemen.
“Bombas y jets del Reino Unido han sido esenciales para la destrucción de Yemen. En tanto el régimen saudí goce del apoyo político y militar de las naciones más poderosas de Occidente, continuará oprimiendo a su propia población y estados vecinos”, sentencia Andrew, integrante de la ONG.
Una encuesta reciente desarrollada por Opinium LLP reveló que el 62% de los adultos se oponen a la venta de armas a Arabia Saudita, mientras que sólo un 16% apoya esta política de la administración de Cameron.