Debido a las imprecisiones que se han declarado en relación a la producción de nuestro último trabajo discográfico titulado “Trapecio”, se nos hace necesario tener que aclarar a los medios de comunicación, a nuestros seguidores, y a la opinión general, el rol que se cumple al participar como «co-productor» en un sistema de “Crowdfunding”.
En términos generales, el Crowdfunding (micromecenaje o financiación colectiva) consiste en la difusión pública por parte de la persona (o grupo de personas) que busca(n) financiamiento de una causa o producto por el que brega, y la financiación mancomunada por parte de personas o individuos independientes que simplemente simpatizan con la causa, hoy en día un sistema ampliamente conocido en el mundo, sobretodo en el mundo artístico para la elaboración y concreción de proyectos.
Lamentamos que frente a intenciones políticas se intente confundir a la audiencia, desvirtuando el rol que cumple un productor musical dentro de un trabajo discográfico, y claramente con el único propósito de causar daño, declarando que al participar de un «Crowdfunding» se establezca una relación «comercial y abierto tráfico de influencias» entre quienes aportan fondos y los beneficiados con estos, sin tomar en cuenta que ya es un reconocido modo de compra adelantado del producto, en este caso puntual, una producción discográfica.
Queremos ser categóricos al señalar que todas las personas que formaron parte de este modelo de financiamiento, que aportaron desde 5.000 pesos (obteniendo la descarga del disco Trapecio) hasta los que lo hicieron con 100.000 (obteniendo dos discos físicos; 1 vinilo; 2 entradas para el lanzamiento; un meet & greet con la banda, y el cuestionado crédito de «co-productor)» merecen todo nuestro agradecimiento.
26 años de carrera artística en Chile y Latinoamérica, alrededor de 30 producciones discográficas publicadas en mas de 20 países y numerosos reconocimientos y galardones, nacionales e internacionales, no nos permiten que las malas intenciones políticas ensucien nuestra pasión y nuestro trabajo, y mucho menos el trabajo que realizamos con tanto esfuerzo y cariño en conjunto, la banda con todos los colaboradores.
Por último, nuestro más sincero apoyo a nuestra vocalista, Denisse Malebrán (no ex, como equívocamente se ha señalado), la que se desempeña profesionalmente desde una línea de trabajo que muy bien conoce, la realización de espectáculos artísticos y culturales de primer nivel.
Estamos seguros que su elección para liderar esta área de producción, fue la más idónea, 20 años en la escena musical la avalan.
Esperamos que la polémica despertada por los medios de comunicación, sirva de escenario de fondo para discutir temas efectivamente mas relevantes, que son la gestión cultural y el financiamiento de expresiones artísticas en nuestro país, desafío que esperamos que éstos, y otros diputados, deseen conocer y por lo cual trabajar.
Luciano Andrés Rojas Barlaro.
Fundador de Saiko