Piden liberación de Oscar López Rivera, uno de los presos políticos más antiguos de EEUU y del mundo

El puertorriqueño lleva más tiempo que el que sufrió Mandela en prisión, por sus actividades de apoyo a la independencia de la isla


Autor: Patricio Zamorano

oscar lopez rivera

Varias organizaciones de derechos humanos, incluido la Red Boricua de Derechos Humanos (Boricua Human Rights Network) y el Comité Internacional por la Paz, la Justicia y la Dignidad (The International Committee for Peace, Justice and Dignity), redoblaron esfuerzos a través de las redes sociales para pedir la liberación del preso político Oscar López Rivera, quien se encuentra cumpliendo condena desde 1981. Su libertad ha sido pedida por varios premios Nóbel, presidentes de la República, el Arzobispo de Puerto Rico, los partidos políticos de la isla y varios congresistas.

Fue condenado primero a 55 años en prisión, y luego a 15 años extra por intento de fuga. Es acusado por varios cargos asociados a sus actividades como miembro de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional Puertorriqueña (FALN), que buscaban la independencia de la isla. Las organizaciones de derechos humanos que piden su liberación denuncian que López no cometió directamente actos violentos y que debe ser liberado (las FALN cometieron, en efecto, ataques de bomba, pero López no fue acusado de estar conectado con esos actos, ni con muertes ni heridos, sino que por conspiración sediciosa, uso de la fuerza para cometer robos, transporte de armas entre estados, y conspiración para transportar explosivos). El puertorriqueño ya lleva 35 años en prisión, y acaba de cumplir este 6 de enero pasado 73 años.

López ya ha rechazado en una ocasión el perdón presidencial, entregado por el presidente Bill Clinton en 1999, orden que favoreció finalmente a 12 ex militantes de las FALN. Clinton justificó la decisión al calificar las condenas como “desmesuradas” en relación a las acusaciones. Pero López, como acto de solidaridad, se negó a aceptar clemencia, al exigir que fuera liberado junto a él su compañero del FALN, Carlos Torres, lo que no fue aceptado. El propio Torres fue finalmente liberado en 2010.

La historia de López es extraordinaria. Llegó a Estados Unidos junto a su familia cuando tenía 9 años de edad, estableciéndose en la zona de Chicago. Es un destacado ex veterano de la guerra de Vietnam, condecorado con la Estrella de Bronce. Luego de la guerra, fue un activista de intensa actividad, ayudando a fundar escuelas y centros culturales en torno a la herencia de su origen puertorriqueño. Lucho por la educación bilingüe, y por el fin de la discriminación contra los hispanos. También fue co-fundador de un centro de ayuda para adictos de droga, y coordinó ayuda humanitaria para encarcelados de origen latino.

Las actividades con la FALN fueron calificadas judicialmente como “terrorismo”, aunque los encarcelados han denunciado constantemente sus estatus de presos políticos por su objetivo de liberar a Puerto Rico de su condición colonial bajo los Estados Unidos. Durante los juicios sobre “conspiración y sedición” a los que fueron sometidos, López y otros militantes de las FALN exigieron ser procesados por una comisión internacional, aduciendo tener esencialmente un estatus de prisioneros de guerra, al haber participado en actividades independentistas en contra de una fuerza colonial. Estados Unidos no cedió frente a la solicitud.

Varias autoridades mundiales han pedido la liberación de López Rivera directamente a Obama, entre ellos los Premios Nóbel de la Paz Mairead Corrigan Maguire (Irlanda del Norte), Adolfo Pérez Esquivel (Argentina) y el ex obispo anglicano de Sudáfrica y líder de la lucha contra el Apartheid, Desmond Tutu.

En contexto…

El caso de Oscar López Rivera, como señala el académico Samir Chopra, corresponde a “uno de los presos políticos estadounidenses más desconocidos”, un misterio para el resto del país. Chopra, profesor del Brooklyn College of The City University of New York, ha escrito un interesante ensayo titulado “Oscar López Rivera and the Cabanillas”, donde señala que “pese a un tacaño record de conmutaciones e indultos, el presidente Barack Obama podría y debería usar sus poderes constitucionales para conmutar la sentencia de prisión de Oscar y conceder su inmediata liberación”.

Es sintomático el hecho de que, en cambio, terroristas confesos como el cubano anti-castrista Luis Posada Carriles, responsable de la destrucción por bomba de un avión de Cubana de Aviación que causó la muerte de 73 personas, mantenga una vida normal en Miami, sin enfrentar cárcel o la extradición a Venezuela donde debe cumplir su condena. Posada Carriles está involucrado en varios casos de terrorismo internacional, incluido el asesinato con bomba del ex ministro chileno Orlando Letelier, y huyó de Venezuela para no cumplir el castigo de presidio, penetró Estados Unidos sin autorización, mintió a autoridades migratorias, además de un largo etcétera de crímenes, y sin embargo sigue libre. Mientras tanto, Oscar López Rivera ya lleva más de tres décadas tras las rejas por acusaciones políticas y basadas en acciones no violentas.

Varios candidatos a la gobernación de Puerto Rico, entre ellos Manuel Cidre (independiente), Alexandra Lágaro (independiente), David Bernier (PPD), Pedro Pierluisi (PNP), Ricardo Rosselló (PNP), Marí­a de Lourdes Santiago (PIP) and Rafael Bernabe (PPT), compartieron un mensaje de apoyo a la liberación de López Rivera, donde señalan que “urgimos al presidente Barack Obama a considerar el caso del prisionero político Oscar López Rivera. Oscar ha servido una sentencia por los pasados 34 años en una prisión federal de Estados Unidos. Más largo que la de otro patriota, Nelson Mandela, cuya libertad usted una vez exigió vehementemente”.


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