Hay un buen argumento que propone que las viejas cabinas telefónicas se conviertan en puntos de acceso gratuitos a WiFi. Pero hasta que eso ocurra, el artista Benedetto Bufalino y el diseñador Benoit Deseille han desarrollado un concepto totalmente nuevo para esas humildes cajas de acero: convertirlas en peceras. Un toque natural en la jungla urbana, por así decirlo.
La original instalación artística ha demostrado ser muy popular entre los lugareños y turistas durante su gira por toda Europa. ¿Quién sabe? Tal vez incluso tengas la suerte de ver algún día la tansformación de esa cabina telefónica abandonada de la esquina de tu calle.