Continúa desfile de militares en la Cámara de Diputados por ‘Milicogate’

En el marco de la tercera sesión de la comisión investigadora de la Cámara de Diputados que indaga las responsabilidades administrativas involucradas en el fraude fiscal ocurrido al interior del Ejército –caso ‘Milicogate’– respecto a la apropiación indebida de fondos derivados de la Ley Reservada del Cobre, esta mañana asistieron a ella el contralor de la institución castrense, general de Brigada, Rodrigo Carrasco González, y el ex jefe del Comando de Apoyo de la Fuerza (CAF), general (R) Héctor Ureta.

A la salida de la reunión que se extendió por espacio de dos horas, el presidente de la comisión, diputado Jaime Pilowsky, manifestó: “Lo que uno va visualizando a partir de las distintas exposiciones, tanto del ministro de Defensa como del comandante en Jefe del Ejército (que concurrieron a las dos primeras sesiones), y hoy día del contralo general del Ejército, y particularmente del ex general Ureta, es que aquí había una falta de controles en el organismo correspondiente al manejo de la Ley Reservada del Cobre, esto es, había falta de controles en el Comando de Apoyo de la Fuerza (CAF), y como ha señalado la Contraloría (General), tampoco había control de auditoría respecto de los trabajos que se realizaban o de las facturas, sino que sólo de había un control contable”.

Pilowsky comentó que a través de las tres sesiones que ha sostenido la comisión que él preside, “ha quedado demostrado la falta de control en esta materia, falta de control en el manejo los fondos de la Ley Reservada, y particularmente, el ex general Ureta nos ha planteado que hubo una manipulación fraudulenta de personas que trabajaban en el CAF fundamentalmente, haciendo aparecer mediante una ficción de firmas y documentos falsos situaciones que aparentemente se originaban en necesidades de mantenimiento, pero que no lo eran, que eran órdenes que precisamente se falsificaron y que se entregaron en el CAF sin ningún tipo de control para su posterior pago”, sostuvo.

Lo queda por determinar, según Pilowsky, es determinar quiénes fueron los responsables de no haber tomado medidas entre el año 2008 y el 2014”, al tiempo que anunció que la comisión va a citar a los encargados del CAF, que es la repartición del Ejército afectada por el fraude, que superaría los 6 mil millones de pesos, según fuentes de la investigación periodística que hizo público el caso, y al ex tesorero de la institución, coronel Poblete, quien descubrió el fraude.

Por su parte, el contralor del Ejército, general de Brigada, Rodrigo Carrasco, sostuvo que de acuerdo a lo manifestado por el Comandante en Jefe, existe la voluntad de entregar toda la información a la justicia como a la comisión investigadora de la Cámara que permitan aclarar los hechos, reconociendo que se ha llegado a una fase de la investigación que requiere información más técnica, antecedentes que en estos momentos se hallan en manos de la fiscalía administrativa y de la justicia.

“Tal como se expuso en la sala, la primera parte, la que genera el gasto, es la ficción que utilizaron estas personas para poder introducir facturas dolosamente falsas; cuando la contraloría del ejército auditaba en las unidades efectuaba un recorrido revisando este proceso, y ese es precisamente el paso que estas personas se saltaron”, cuestión no detectada en su oportunidad por la Contraloría General de la República.

“No fue mi responsabilidad”, fue la frase con la que el ex jefe del CAF, general (R), Héctor Ureta se refirió a su vinculación al caso ‘Milicogate’. Ureta dijo que “los fondos no se gastaron como parte de la demanda de mantenimiento del potencial bélico, fueron parte de la demanda estratégica, por lo tanto, ni siquiera hay una suplantación de las unidades; apareció un gasto indebido en otro nivel del estamento”.

Ureta, quien fue dado de baja del Ejército, explicó que mientras él subrogaba al comandante del CAF se descubrió el fraude y que fue él quien dio cuenta de los hechos; yo fui quien les tomó declaración al coronel Montero y al cabo Cruz”.

Respecto a su salida de la institución, Ureta dijo que su baja se cursó debido a que le correspondía pasar a retiro, desmintiendo versiones de prensa. “Cumplí mi tiempo, era general de brigada y no podía ascender a general de división”.

Por su parte, el diputado (RN) Nicolás Monckeberg, quien integra la comisión investigadora dijo que el fraude que se conoce hoy es un “escándalo mucho más burdo, donde se falsificaban facturas, ni había controles; aquí lo que ocurrió es que algunos se avivaron en forma grave, y no había ningún control que operara al interior de la institución”.

En esto “no había fallaron los controles, no había control, cuando se falsifica una factura, cuando se falsifican tres firmas durante años y nadie descubre esa falsificación, hay dos opciones: o estaban todos coludidos, o francamente no había ningún control. Falta honestidad y claridad para reconocer esta falta”, concluyó el diputado opositor.