Pese a que en la jornada anterior se había establecido que en la mañana de este miércoles 13 sería la mesa de la Cámara de Diputados la encargada de declarar la admisibilidad del proyecto de ley que busca anular la Ley de Pesca, ello no fue posible, postergándose para el próximo 20 de enero.
No obstante, ayer, al inicio de la sesión especial destinada a votar el proyecto de ajuste a la reforma tributaria, el diputado Iván Fuentes, pidió a la mesa de la Corporación no aplazar más el pronunciamiento sobre la admisibilidad del proyecto presentado por la bancada PC-IC.
En rigor, Fuentes sostuvo que la cuestión debe ser zanjada lo antes posible, para lo que propuso llevarlo a votación a primera hora de hoy. “Votaremos a favor, convencidos que esta ley no responde a las necesidades de las pesca en Chile y que a estas alturas está absolutamente bajo sospecha por todos los hechos ya conocidos”, manifestó el ex dirigente social.
El diputado independiente –que se alberga en la bancada DC– reiteró sus aprensiones respecto a la mantención de esa norma legal. “Responsablemente hemos tratado varios proyectos en la comisión de Pesca; pero, esta ley, la ley conocida como Ley Longueira, es el corazón del problema pesquero, que es por la cual se rigen todas las normas pesqueras”. Y luego agregó: “La pesca artesanal recibió un compromiso de campaña de la Presidenta Bachelet en el sentido que se iba a revisar esta ley de pesca y no queremos que eso se siga dilatando y por ello no queremos que se trate recién el próximo miércoles, sino que mañana, ya que tenemos tiempo para ello, y por eso hemos hecho la solicitud en sala”.
Respecto a los plazos de tramitación del proyecto impulsado por diputados del Partido Comunista y de la Izquierda Ciudadana, Iván Fuentes precisó que “esto tiene sentido de urgencia; hay que hacerlo ahora. Esta ley tiene cuestionamientos diversos y razonados y creemos, yo vengo de la pesca artesanal, que hay que avanzar. Necesitamos una ley que nos dé seguridad y gobernanza. Tiene sentido de urgencia tener una ley que nos dé la tranquilidad de que fue aprobada en conciencia y espíritu en positivo y que no fue aprobada con los cuestionamientos que sabemos”
En tanto, el jefe de la bancada DC, Ricardo Rincón, agregó que “estamos respaldando como voluntad política en la bancada de la DC el que este proyecto de ley sea puesto en tabla; (que) sea dado cuenta inmediatamente en la sala y que ello no se postergue más, por tanto, sea declarado admisible y se inicie una discusión del particular. Anticipamos, además, que nosotros vamos a respaldar todas las iniciativas y vamos a promover desde la bancada iniciativas para derogar todos aquellos elementos de la ley de pesca que están controvertidos en nuestro país, como lo que significa haber otorgado a perpetuidad la propiedad de los recursos (pesqueros)”.
La verdad de la milanesa
No obstante el entusiasmo y voluntad política del diputado Iván Fuentes para resolver la admisibilidad o inadmisibilidad del proyecto que pretende anular la Ley Longueira, y del enorme esfuerzo de la bancada PC-IC por instalarlo en la agenda de la mesa de la Cámara, ayer en los pasillos del Congreso circulaban versiones que daban cuenta de ‘segundas intenciones’ que abortarían la iniciativa.
Por un lado, se comentaba que el proyecto de ley no sería más que un despliegue “mediático y oportunista” de la bancada PC-IC, que, a sabiendas de la “inviabilidad” de darle curso a una iniciativa de esa magnitud –cuyos efectos tendrían un costo económico sideral para el Estado, debido a la indemnización que tendría que pagarle a los industriales favorecidos por la ley aprobada en el gobierno de Piñera, estimada en más de US$ 10 millones–, de igual forma lo habría promovido.
El objetivo ulterior y único del Partido Comunista, según se sostenía, más allá de conseguir declarar la nulidad de la Ley Longueira, sería evidenciar “los intereses económicos de la DC en el negocio pesquero”, “intereses que la DC protegerá al no permitir que se revise la Ley de Pesca”, «nosotros (los comunistas) hicimos el esfuerzo por anular esta ley, pero ellos (los DC) no quisieron», “esto es un show por donde quiera que se mire», afirman.
Pero eso no es todo. El martes 12, una vez anunciado que el proyecto sería visto al día siguiente por la mesa que encabeza el diputado (PPD) Marco Antonio Núñez, para definir su admisibilidad, de inmediato se dio cuenta “de la presión de la subsecretaría de Pesca” (cuya oficina central se encuentra en Valparaíso, a escasas cuadras del Congreso, y que encabeza el ex diputado socialista Raúl Súnico). Se comenta que funcionarios de esa repartición dependiente del ministerio de Economía habrían hecho “lobby para frenar el proyecto” en la sede del Poder Legislativo.
En definitiva, si la Cámara de Diputados hoy opta por entrar al fondo del asunto y apoyar la tramitación del proyecto que busca dejar sin efecto la Ley Longueira, habrá que tener presente que en modo alguno será un proceso breve y exento de presiones y tropiezos varios. Aún falta por escuchar a los dirigentes de los pescadores artesanales, que agrupados desde Arica a Magallanes, todavía tienen mucho que decir en la discusión de una eventual nueva legislación.
Por lo pronto, la anulación de la Ley de Pesca, importaría retrotraer el escenario legal al año 1992, cuando se hablaba de ‘carrera olímpica’ para definir la tierra de nadie en que se convirtió el mar. Dicho caos intentó ser regulado sin mayor éxito por la ley corta que rigió entre 2002 y 2012, cuando la administración Lagos fijó normas y cuotas de extracción. Todo ello hasta la entrada en vigencia de la Ley Longueira, que como se sabe, entregó a perpetuidad la propiedad del mar chileno a un grupo de empresarios privados, situación que se ha traducido en enormes daños al sector artesanal y a los consumidores, que han visto cómo el pescado, fuente nutricional insustituible, que se ha disparado a las nubes, como si se tratara de una delicatesen, como la langosta.