En un estudio entregado por la Escuela de Administración y Economía de la Universidad Católica Silva Henríquez se entregaron los resultados de la 13° encuesta anual denominada “Percepción de la Población Pobre de Santiago sobre Probidad y Corrupción en Chile al año 2015 y visión evolutiva desde el año 2003”, desarrollado por el investigador Marcelo Yáñez P.
Según el académico, el nivel de percepción si bien es una medida subjetiva influye en el acontecer diario: «El nivel de conocimiento de las personas influye en sus percepciones, sin embargo desde la perspectiva de los procesos sociales y los procesos políticos es muy relevante las percepciones más allá de que sean ciertas o nó, porque construyen realidades y un porcentaje de estos ciudadanos irán a las urnas a votar en las próximas elecciones. Entonces desde esta perspectiva las percepciones aunque no tengan una mayor base en términos de conocimiento preciso, influyen de manera significativa en el desarrollo del país», señaló.
Dentro de los datos más significativos se encuentran:
Un 87,7% de las personas vulnerables de Santiago estima que hay un “Alto” o “Muy alto” nivel de corrupción en Chile en la actualidad, nivel que sube 13,1 puntos porcentuales desde 2014.
– Un 79,4% cree que “la corrupción está en todos los niveles de la administración pública”, porcentaje que sube 5,8 puntos porcentuales desde 2014.
– El 81,2% piensa que “la cantidad de gente involucrada en corrupción es mayor de lo que se sabe”, porcentaje que crece 13,8 puntos porcentuales desde el año anterior.
– En términos comparativos por 13º año consecutivo, quienes son reprobados con los promedios más bajos son los «Partidos Políticos» y «Senadores y Diputados», irrumpiendo en el ranking los «Empresarios» con una nota de desaprobación 2,6. Además, el 2015 todas las instancias por las que se preguntó obtuvieron promedios más bajos que el año anterior.
INSTITUCIONES CORRUPTAS SALVAN PERSONAS Y CREAN DESCONFIANZA
El académico de la Escuela de Economía, indicó el rumbo que han tomado las instituciones y como son percibidas por los sectores más pobres: «Nuestro constante interés en desarrollar este estudio es apuntar a los responsables de este tema para que se tomen medidas reales, pensando en el país, en el bien de la institucionalidad y no en esta priorización que se ha hecho de salvar personas con nombre y apellido. Si las instituciones se dedican a salvar a las personas involucradas en casos de corrupción, uno por uno, la verdad es que nunca se van a preocupar de lo principal, que es recobrar la confianza en las instituciones públicas».
«Modificar las percepciones es muy complejo, requiere procesos largos en el tiempo, pero además requiere un actuar transparente y coherente entre lo que se dice y lo que se hace y ahí es lo que observamos esta la distancia entre el discurso y la práctica de las instituciones».
NUEVA CONSTITUCIÓN PUEDE SALVAR A LAS INSTITUCIONES
Marcelo Yañez también se refirió a la forma en que se puede revertir está mala percepción: «No cabe duda de que estamos en un círculo vicioso, porque en la práctica todas las instituciones a cargo de entregar señales positivas, están siendo percibidas con altos niveles de corrupción, todo indica que los cambios deben ser más radicales que eso y probablemente estemos hablando que las bases deben quedar sentadas en una nueva constitución y por eso no es menor el debate de cómo se genera una nueva constitución».
CIRCULO VICIOSO
«En la práctica cuando la ciudadanía y en particular los sectores pobres tienen tal nivel de desconfianza es muy probable que cualquier cosa que surja de esta institucionalidad esté muy influenciada por esta percepción negativa que existe, por lo tanto si no se logra que esta institucionalidad de a luz normas radicalmente diferente a las que tenemos vamos a seguir en este mismo círculo vicioso», señaló el académico.
Finalmente, la encuesta presencial tuvo más de 30 preguntas, aplicada en hogares, a una muestra seleccionada aleatoriamente de 409 personas vulnerables de comunas Cerrillos, La Granja, Pedro Aguirre Cerda, Quilicura, San Ramón y Peñalolén, se consideró a una persona en condición de pobreza si su ingreso líquido mensual per cápita es hasta de $201.091 en el caso de familias de 2 o más integrantes, y de hasta $ 302.836 si es una familia unipersonal.
En esta encuesta no se nombró ni aparece evaluada la Iglesia Católica.