Una familia mexicana-chilena llega a Playa del Carmen a pasar sus vacaciones en un lujoso «All Inclusive». Esta paradisíaca locación se convierte en el contraste de su deteriorada relación familiar y, desde un primer momento, se revelan secretos que serán clave para la transformación de los integrantes de este núcleo familiar conformado por los padres en crisis, la hija mayor separada, su hermana rebelde y un joven púber sobre estimulado.
El carácter de la película es de conmoción mediante la revelación de los personajes y en el reverso (el mundo interior de éstos) se apela a la emoción, que sólo llega a su punto álgido cuando es apoyada por la música. Temas como enfermedades mortales, infidelidad, definición sexual y otros de suma importancia, son integrados a través de cada personaje con una liviandad tal que no permite identificarse con la narración.
La segunda película de Rodrigo Ortúzar luego de Mujeres Infieles (2004) llega precedida de un éxito relativo de taquilla en cines mexicanos (600.000 espectadores con alrededor de 250 copias), sin embargo, esta ambición internacional es una especie de afán globalizador y multicultural que termina por aplanar cualquier idiosincracia transformando a los personajes en estereotipos guiados por ganchos dramáticos potentes, pero con poco interés real en las relaciones humanas, para terminar lógicamente entregando un discurso conservador acerca de las funciones de familia en la sociedad.
Director: Rodrigo Ortúzar
Guión: Paula del Fierro, Julio Rojas
Reparto: Jesús Ochoa, Valentina Vargas, Martha Higareda, Ana Serradilla, Leonor Varela
Duración: 95 minutos
Por Felipe Azúa
Colaboración de www.zapatoschinos.wordpress.com
Filmonauta N°2, noviembre 2009
El Ciudadano N°74