Jessica Penney es una mujer de 26 años que hasta hace poco era adicta a la comida rápida y que tras intentar bajar de peso con distintas dietas no conseguía resultados hasta que decidió visitar como última opción a un experto en hipnosis que le ayudó a bajar 38 kilos.
El truco que utilizó la hipnotista con Jessica, fue el de hacerle creer que tenía una banda gástrica, por lo que comenzó a alimentarse tal como si hubiera sido intervenida con este método de control de peso. De ese modo, logró pasar de 107 kilos a 69.
“Era adicta a la comida chatarra y no me di ni cuenta cuando mi peso se disparó a 107 kilos. Estaba desesperada, fallé en tantas dietas que realmente no sabía qué más hacer, hasta que un día con un amigo vimos el anuncio del hipnotizador en Facebook, me puse en contacto con él y agendé una hora“
La joven aseguró al diario The Mirror: “No hubo cirugía pero a la mañana siguiente no podía comer más de cinco bocados de desayuno sin estar satisfecha“.

En apenas tres meses Jessica logró bajar cuatro tallas:
“Por primera vez en mi vida sentía que tenía el control de mi alimentación y mi confianza iba creciendo“, ha relatado.