Revisando en la web, nos encontramos con la instalación de la artista luxemburguesa, Deborah de Robertis, quien recreó hace un año atrás en el Museo de Orsay en Francia el cuadro de Gustave Corbet, «El origen del mundo». ¿La manera de hacerlo? Usando un vestido corto dorado de lentejuelas y sin ropa interior, la artista se sentó delante de la obra y mostró su vagina durante minutos a quienes visitaban el lugar.
Esta intervención no fue ni pedida por la artista ni autorizada por el museo, así que quienes trabajaban en el lugar trataron de impedir que el público la observara, interponiéndose ellos y De Robertis.
La artista señaló al diario «Le Monde» que «mi obra -bautizada “Espejo del origen”- no refleja el sexo, sino el ojo del sexo, el agujero negro. Mantuve mi sexo abierto con las dos manos para revelarlo, para mostrar lo que no se ve en el cuadro original».
Con información de A todo momento y Revo30.cl