El trabajo, titulado «Economía de los Nuevos Plásticos. Repensando el Futuro de los Plásticos», presenta una visión de la economía global en la cual se impulsa el reciclado de esos productos, y subraya pasos concretos en torno a alcanzar el cambio sistémico necesario.
El informe está apoyado por los principios de la economía circular, «una economía destinada a mantener a los materiales en su máximo valor en todas las oportunidades».
Al evaluar por primera vez y de manera integral los flujos globales de los envases de plástico, el informe destaca que la mayoría de los envases de plástico «se usan solo una vez, es decir que el 95 por ciento del valor del material del recipiente de plástico se pierde en la economía después del primer uso».
La llamada «Economía de los Nuevos Plásticos» impulsa la utilización de un nuevo modelo «basado en crear caminos efectivos para el plástico después de su uso; reducir drásticamente el derrame de plásticos en sistemas naturales, en particular océanos; y encontrar alternativas al petróleo crudo y el gas natural como materia prima de la producción de plástico».
La producción de plásticos aumentó en los últimos 50 años, desde las 15 millones de toneladas en 1964 a 311 millones de toneladas en 2014, y se espera que duplicará esta cifra en los próximos 20 años ya que los plásticos tienen cada vez más usos, según indica el informe.
Los envases de plástico sigue siendo el mayor uso y actualmente el embalaje representa el 26 por ciento del volumen total de los plásticos utilizados.
En la Argentina, la Cámara Argentina del Plástico reconoció que esos materiales «tienen una imagen considerablemente negativa ante el consumidor final en términos medioambientales» y dijeron que a ello contribuyeron diversos aspectos «relacionados con la contaminación visual, falta de educación y ausencia de políticas para el manejo eficaz de residuos sólidos».
«Los plásticos, en general, son presentados como los villanos de la historia en campañas publicitarias que invitan a exaltar la importancia de cuidar el medio ambiente», indicó la página web de la Cámara.
Los industriales son partidarios de «llevar adelante un mensaje educativo, y explicar que el villano no es el material, sino el comportamiento asociado a su incorrecta disposición final».
«Los esfuerzos de las asociaciones gremiales deben ir desde apoyar y asesorar sobre leyes nacionales, hasta ir a los colegios a enseñarles a los niños el manejo correcto de los residuos y promover el reciclaje como fin de vida», indicaron.
Fuente: Télam