La brutalidad no tiene límites y eso lo sabemos, como tampoco tiene límites el machismo. El caso ocurrido en la ciudad de Nueva York ha dado la vuelta al mundo no solo por lo brutal del hecho, sino porque parece inconcebible que en nuestro tiempo y en una de las ciudades más importantes del mundo, ocurran actos detestables como este.
El idiota fue identificado como Jeison, y sacó a su mujer a la calle cubierta tan solo con una toalla y fue reprochándole el supuestamente haber estado manteniendo algún tipo de contacto con siete hombres. Frases como «Quítate la toalla. Paga tu precio de vergüenza (…) Yo queriendo tener familia e hijos contigo, y tú hablando con siete hombres» o «¿Crees que yo te voy a mantener a ti mientras te escribes con otros hombres y les mandas fotos en cuero?» se pueden escuchar a lo largo del vídeo en el que este bruto de proporciones bíblicas humilla a la joven y termina dejándola completamente desnuda en la calle ante la advertencia de que el vídeo lo subiría a las redes para que los comentarios se encargaran de ella.
Este caso es una mezcla brutal de pornovenganza (que consiste en subir vídeos o fotografías con contenido erótico en forma de represalia) y un machismo castigador y decimonónico que, a estas alturas del partido, sorprende por lo descarado.
Es de esperar que Jeison sea castigado como merece y que la joven de la foto no solo pueda superar el terrible atentado a su dignidad, sino que además se encuentre una pareja que la quiera y la trate con respeto.
Hijos de puta sobran, y hasta son capaces de ellos mismos subir vídeos demostrándolo. No al machismo! No a la violencia de género!